Crítica:CINE

Zarpazo de genio contra el thatcherismo

El cine británico reciente -que es el que más fuerte vocación social y documental tiene del europeo- pulveriza la imagen prefabricada de que los ingleses son gente aseada y flemática. Baste recordar que de las islas son miradas tan duras y penetrantes como las de Ken Loach, Neil Jordan, Stephen Frears, Jim Sheridan y otros látigos de Margaret Thatcher, testigos del solar en que esta señora y su gente han convertido a su país, el más deteriorado de la deteriorada Europa de hoy.Mike Leigh es de esta estirpe y su -excelente y difícil de encasillar- Naked una de las películas más duras y qu...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El cine británico reciente -que es el que más fuerte vocación social y documental tiene del europeo- pulveriza la imagen prefabricada de que los ingleses son gente aseada y flemática. Baste recordar que de las islas son miradas tan duras y penetrantes como las de Ken Loach, Neil Jordan, Stephen Frears, Jim Sheridan y otros látigos de Margaret Thatcher, testigos del solar en que esta señora y su gente han convertido a su país, el más deteriorado de la deteriorada Europa de hoy.Mike Leigh es de esta estirpe y su -excelente y difícil de encasillar- Naked una de las películas más duras y que más lejos llega en la indagación de la Inglaterra degradada, invivible y que se desliza hacia una salvaje fractura social: una herida histórica que se mastica en la atmósfera sórdida e irrespirable que respiran los hormigueros de parias generados por la apisonadora del thatcherismo, aquí representado por Leigh y sus admirables actores.

Naked (Indefenso)

Dirección y guión: Mike Leigh. Fotografía: D. Pope. Música: A. Dickson. Reino Unido, 1993. Intérpretes: David Thewlis, Katrin Cartlidge. Cine Renoir (en V.O.).

Hay en el estilo de Leigh una acusada, singularidad, que seguramente proviene de su experiencia teatral. La secuencia da la impresión, a primera vista, de arrítmica; y la composición de imágenes de descuidada. Falso: hay en Naked un ritmo preciso, sólo que también inhabitual; y unas composiciones cuidadísimas, sólo que en ellas la última palabra la tiene el intérprete y no los acicaladores de intérpretes o los jefecillos del look de producción.

La mugre del thatcherismo, vista desde el interior de uno de sus incontables abismos morales y sociales residuales no da para cantar baladas a la luz de la luna, sino misereres sarcásticos; y los actores que Leigh interrelaciona con gran oficio y sutileza en esta rara y poderosa obra lo hacen a la perfección. Y en el caso del protagonista, David Thewlis, que ganó el premio de interpretación en Cannes, primorosamente, con indicios de genio de su oficio.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En