La mafia china regentaba con colombianos un taller clandestino

La mafia china ha abierto sus puertas a los extraños. La policía reventó en la tarde del miércoles un taller clandestino de confección regentado por Kangin Ch., chino de 42 años, y los colombianos José Umberto R. G., de 26 años, Raúl Antonio G., de 46, y William Darío M., de 34 y con antecedentes por tráfico de drogas. Todos los implicados, según la policía, se encuentran ilegalmente en España.En el local -dos bajos comunicados por un sótano, en la calle del Cerro de Los Ángeles, en Usera- trabajaban unos veinticinco chinos, sin ningún tipo de seguridad ni higiene, según informó ayer la...

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La mafia china ha abierto sus puertas a los extraños. La policía reventó en la tarde del miércoles un taller clandestino de confección regentado por Kangin Ch., chino de 42 años, y los colombianos José Umberto R. G., de 26 años, Raúl Antonio G., de 46, y William Darío M., de 34 y con antecedentes por tráfico de drogas. Todos los implicados, según la policía, se encuentran ilegalmente en España.En el local -dos bajos comunicados por un sótano, en la calle del Cerro de Los Ángeles, en Usera- trabajaban unos veinticinco chinos, sin ningún tipo de seguridad ni higiene, según informó ayer la Jefatura Superior de Policía. En el interior se descubrieron 10 máquinas de confección y también planchas.

El local fue descubierto por agentes de la Sección de Estupefacientes de la Brigada de la Policía Judicial, que en un principio pensaron que se trataba de una tapadera del narcotráfico.

Tradicionalmente, la mafia china opera en el más absoluto hermetismo, sin permitir que los extranjeros entren en sus filas. Este hecho dificulta las tareas policiales. La aparición de colaboración con otras nacionalidades revela, según fuentes policiales, un salto cualitativo en la forma de expandirse de estas organizaciones.

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