Protesta de los filósofos delante del ministerio

La sociedad del futuro corre el peligro de volverse ignorante, dogmática, intolerante y fanática si la filosofia decae en las aulas del bachillerato como augura la aplicación de la reforma educativa (LOGSE) ya en marcha. Éste es el temor de los profesores de filosofía que se concentraron ayer ante el Ministerio de Educación y Ciencia para exigir que nuestros jóvenes sean protegidos del fantasma de unas enseñanzas, que conducen hacia la especialización técnica, imposibilitando con ello capacitar al alumno para el pensamiento y las actitudes éticas y solidarias.El periodo de exámenes y el derrot...

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La sociedad del futuro corre el peligro de volverse ignorante, dogmática, intolerante y fanática si la filosofia decae en las aulas del bachillerato como augura la aplicación de la reforma educativa (LOGSE) ya en marcha. Éste es el temor de los profesores de filosofía que se concentraron ayer ante el Ministerio de Educación y Ciencia para exigir que nuestros jóvenes sean protegidos del fantasma de unas enseñanzas, que conducen hacia la especialización técnica, imposibilitando con ello capacitar al alumno para el pensamiento y las actitudes éticas y solidarias.El periodo de exámenes y el derrotismo pusieron su sello en la concentración, que no fue muy nutrida. Sin embargo, el movimiento de protesta -que ya tuvo un avance de estallido en 1991 protagonizado por José Luis López Aranguren y Javier Muguerza- viene celebrando reuniones desde el mes de mayo entre profesores de 17 universidades, de enseñanzas medias y alumnos de filosofía. El resultado: un manifiesto en defensa de la actividad "irrenunciablemente humana de reflexión crítica y del pensamiento consciente".Fuera de la selectividad

El ambiente ya estaba caldeado desde que, en 199 1, el espacio filosófico dentro de las aulas empezara a verse mermado sobre el papel. Antes de la reforma, 14 horas semanales de filosofia entre el BUP y el COU; con la reforma, cinco horas. Pero las heridas se abrieron cuando, el 19 de mayo pasado, una orden ministerial dejaba fuera de dudas que el análisis de texto de la prueba de selectividad versaría sobre cuestiones exclusivamente históricas y no filosóficas para los centros del territorio administrado por el ministerio. Su argumento se basa en que en el último año del bachillerato de humanidades de la reforma la asignatura obligatoria es la historia y no la filosofia.Los alumnos de la primera experiencia de aplicación anticipada de la reforma se examinarán ya en este mes de junio de la nueva selectividad que incorpora el texto histórico. "No sólo han reducido las horas de filosofia de 14 a 5 semanales, sino que basan la prueba de selectividad en la memoria reciente del alumno y no en su madurez y su capacidad de análisis", dice Esther Blázquez, profesora del instituto de bachillerato María Zambráno, de Madrid. "Los alumnos tienen que saber todo sobre el razonamiento y comprender el proceso del desarrollo científico de la sociedad para poder adaptarse a los cambios".

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