"Toreo con naturalidad, no con superficialidad", dice Ponce

Enrique Ponce llega a la feria. El torero que encabezó el escalafón las dos últimas temporadas viene dispuesto a demostrar por qué es el de mayor número de contratos, y lo hará con su estilo, que define así: "Yo toreo con naturalidad, quizás excesiva, pero desde luego no con superficialidad, como me acusan injustamente"Al valenciano le atrae mucho el cartel de esta tarde, "porque compito con una figura de toda la vida, como Palomo, y con un nuevo matador que puede ser figura, El Madrileño".

A sus 23 años, Ponce afirma que no le asusta el peso de la púrpura de defender ese número uno que...

Enrique Ponce llega a la feria. El torero que encabezó el escalafón las dos últimas temporadas viene dispuesto a demostrar por qué es el de mayor número de contratos, y lo hará con su estilo, que define así: "Yo toreo con naturalidad, quizás excesiva, pero desde luego no con superficialidad, como me acusan injustamente"Al valenciano le atrae mucho el cartel de esta tarde, "porque compito con una figura de toda la vida, como Palomo, y con un nuevo matador que puede ser figura, El Madrileño".

A sus 23 años, Ponce afirma que no le asusta el peso de la púrpura de defender ese número uno que alcanzó en 1992 y 1993. "Cuántos quisieran, ¿no?", bromea, para añadir de inmediato que hasta ahora no ha sentido tener al público en contra por esa razón, "aunque sí más exigente, sobre todo en Madrid, como es obligado y perfectamente lógico". Después ya entra a valorar esas acusaciones de torero superficial, que no le agradan.

"Lo que ocurre realmente", explica, "es que hago el toreo con facilidad, quizás demasiada, y eso puede confundir al público en general, pero no debería hacerlo a los entendidos o a la crítica". Esa naturalidad que le caracteriza, según su opinión, dice que es innata, que le sale sin darse cuenta, y así la aplica dentro de los cánones de la ortodoxia: "La suma de naturalidad y clasicismo da lugar a faenas estéticas, que son las que más calan en los espectadores".

También se defiende de las acusaciones de torear a veces despegado y de utilizar en escasas ocasiones la mano izquierda: "Hombre, si fuera así, si tuviera tantos defectos, jamás habría llegado a la cumbre del escalafón, ni sería capaz de triunfar en las plazas de máxima categoría, incluyendo Madrid". Después puntualiza volviendo a los mismos argumentos:. "Todo es producto de la natural facilidad. Y en cuanto a la mano izquierda, la utilizo como todos, cuando el toro va bien por ese pitón".

Con respecto a las declaraciones de Jesulín en el sentido de que él y Joselito le vetan en los carteles, Ponce señala que no es cierto, "y la prueba es que en algunos sí que coincidimos; lo que ocurre es que los empresarios me incluyen a mí en carteles más cerrados, más de figuras". Y concluye que lo que sí entiende es que Jesulín le apriete en la lucha por encabezar el escalafón, "aunque este año apuesto más por la calidad que por la cantidad y me preocupa menos ser el primero; a lo que sí aspiro es a que mis faenas dejen buenos recuerdos, corte más o menos orejas, que eso acaba olvidándose".

A Ponce le encantan los toros de Atanasio, que eligió para esta su primera comparecencia isidril. No así a Jesús Pérez El Madrileño, quien considera que esta ganadería no atraviesa su mejor momento. No obstante, se conforma: "Por ahora ya es bastante cumplir mi sueño de doctorarme en Las Ventas y con dos figuras".

El Madrileño está plenamente seguro de sus posibilidades en la nueva categoría, "porque mi carrera novilleril ha sido muy dura dentro y fuera de los ruedos; me he forjado tanto que había veces en que desmerecía mi toreo frente al novillo". El diestro, que se muestra satisfecho de no haber renunciado a su estilo artístico, confía en que si corta orejas le sirvan más que las que logró como novillero.

Por otra parte, dos de los toros de la divisa anunciada fueron rechazados ayer en el reconocimiento veterinario. El ganadero se comprometió a traer hoy más.