El Salón del Cómic de Barcelona apuesta por la historieta europea para adultos

El certamen homenajea al tebeo francófono frente al auge del 'manga' japonés

El Salón del Cómic de Barcelona quiere demostrar, con su homenaje a la historieta francobelga, que Europa no ha perdido del todo su batalla frente a los superhéroes norteamericanos y los delirios futuristas nipones. En su nueva edición, que se inaugurará el jueves en la estación de Francia, el salón dedicará sus principales exposiciones al cómic francófono contemporáneo y a una de sus figuras más notables, Jacques Tardi, con la idea de que si los tebeos quieren salir del gueto cultural en el que se hallan inmersos, sólo podrán hacerlo compitiendo con el cine y la literatura en sus mismos térmi...

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El Salón del Cómic de Barcelona quiere demostrar, con su homenaje a la historieta francobelga, que Europa no ha perdido del todo su batalla frente a los superhéroes norteamericanos y los delirios futuristas nipones. En su nueva edición, que se inaugurará el jueves en la estación de Francia, el salón dedicará sus principales exposiciones al cómic francófono contemporáneo y a una de sus figuras más notables, Jacques Tardi, con la idea de que si los tebeos quieren salir del gueto cultural en el que se hallan inmersos, sólo podrán hacerlo compitiendo con el cine y la literatura en sus mismos términos. Es decir, ofreciendo historias que interesen al público en general y no sólo a los devotos del género.

Durante cuatro días, editores, autores y aficionados se olvidarán de la eterna crisis del sector y reforzarán su autoestima con exposiciones, mesas redondas y jolgorios diversos. El salón, que llega a su duodécima edición, tiene un presupuesto de 70 millones de pesetas.La organización confía este año en superar la cifra de asistentes de la edición anterior, que fue de unas 80.000 personas. El salón es un certamen consolidado que ocupa ya el número dos europeo después del que se celebra en Angulema, localidad del suroeste de Francia, a finales de cada mes de enero. En esta ocasión, los expositores (incluidos editores y libreros nacionales y extranjeros) son 113. Conocer su oferta y visitar las exposiciones anunciadas cuesta 500 pesetas por día o 1.000 si se hace uno con un abono para las cuatro jornadas de que consta el salón.

Si el año pasado le tocó a Japón ejercer el papel de país estrella, esta vez es la historieta de expresión francesa la seleccionada para cumplir esas funciones. Entre los dibujantes invitados a Barcelona se espera contar con la presencia de Enki Bilal (cuyos álbumes con el guionista Pierre Christin han funcionado muy bien en España), Jacques de Loustal (melancólico, estetizante y, de momento, para minorías), Alex Varenne (cuyas historietas eróticas aparecen en la revista El Víbora), Tome & Janry (los papás del pequeño Espirú) y Yslaire, candidato a un premio del salón por su saga Sambre. A quien no ha habido manera de convencer para que venga ha sido a Jaeques Tardi, uno de los autores que más han hecho para convertir los tebeos en un medio de comunicación adulto: su misantropía va en aumento y la perspectiva de verse rodeado de admiradores le pone los pelos de punta.

Habrá pues que conformarse con la lectura de su último álbum editado en España, La guerra de las trincheras, una reflexión tan impecable como cruda sobre la primera carnicería mundial de este siglo, y con la gran exposición consagrada a él que constituye, además, todo un estreno europeo. Su comisario, François Vié (ex director del salón de Angulema), la montó en Chile, y Barcelona es la segunda ciudad del mundo que la alberga.

Otras exposiciones de interés son la dedicada a la historieta francófona, al señor Mundo de Javier Mariscal, al difunto Ivà y su universo de chorizos y chusqueros, al racismo en el cómic y, por supuesto, a los ganadores de los premios del año pasado, los españoles Calpurnio (creador del inefable Cuttlas, bien conocido por los lectores de El pequeño País), Daniel Torres (que se resiste a volver con su héroe de toda la vida, Roco Vargas), Alfonso Font (cuyo nuevo álbum acaba de empezar en la revista Viñetas) y el chicano Jaime Hernández (retratista de la cotidianidad tex-mex), quien, por cierto, no podrá venir a Barcelona porque su mujer se ha puesto enferma (quien no faltará es el creador de los Freak Brothers, Gilbert Shelton, decidido a superar el récord de Hugo Pratt en cuanto a asistencia a salones del cómic se trata).

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