Comienza en Tánger el juicio a ocho españoles por la venta de visados

Ocho españoles, ex empleados del Consulado en Tánger, serán juzgados hoy, junto con otros cuatro ciudadanos marroquíes, por los presuntos delitos de corrupción y abuso de poder, su puestamente cometidos por la venta de visados. Este fraude se descubrió el pasado mes de marzo, después de una investigación impulsada por el propio responsable de la delegación consular de la ciudad del norte de Marruecos.

Según las primeras pesquisas, los ex empleados -contratados locales- del consulado español en Tánger habían creado con otros cuatro marroquíes una organización que les permitía vender...

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Ocho españoles, ex empleados del Consulado en Tánger, serán juzgados hoy, junto con otros cuatro ciudadanos marroquíes, por los presuntos delitos de corrupción y abuso de poder, su puestamente cometidos por la venta de visados. Este fraude se descubrió el pasado mes de marzo, después de una investigación impulsada por el propio responsable de la delegación consular de la ciudad del norte de Marruecos.

Según las primeras pesquisas, los ex empleados -contratados locales- del consulado español en Tánger habían creado con otros cuatro marroquíes una organización que les permitía vender los visados a aquellos ciudadanos a los que previamente les había sido rechazada la petición alegando anomalías en sus expedientes.Cuando los ciudadanos abandonaban desolados la sede consular sin haber conseguido su visado, el corredor o gancho, de nacionalidad marroquí, se ofrecía a solucionar su problema a través de un empleado de confianza del consulado, a cambio, eso sí, de una gratificación económica. La documentación volvía al consulado a través del intermediario, quien extendía el correspondiente visado.

La investigación efectuada por las autoridades marroquíes y españolas puso al descubierto que algunos de los funcionarios llegaron a cobrar por cada uno de los visados cantidades que oscilaban entre los 1.000 y los 20.000 dirhams -de 15.000 a 300.000 pesetas- y que se repartían entre todos los miembros de la red. Estas cantidades se consideran exorbitantes en medios consulares, ya que el salario mínimo, pero no obligatorio, en Marruecos es de 1.500 dirhams al mes.

Denuncias ante la policía

El cónsul, a la vista de las primeras investigaciones, decidió actuar con celeridad y extendió inmediatamente una carta de despido contra los empleados, al tiempo que puso el hecho en conocimiento de las autoridades de Madrid. También aconsejó a algunos de los afectados que denunciaran el hecho ante la policía marroquí en Tánger.Se iniciaba de esta manera ante la jurisdicción de Tánger la instrucción de un sumario, a causa del cual fueron encarceladas nueve personas. Cinco españoles y otros cuatro marroquíes, del total de 12 procesados, se encuentran desde el pasado 16 de marzo recluidos en la prisión de la ciudad norteña en espera de ser juzgados. El tribunal acordó de forma provisional la puesta en libertad para otros tres de los acusados, uno de ellos con doble nacionalidad, española y marroquí.

La principal dificultad con la que se han encontrado los instructores del procedimiento es localizar a los supuestos defraudados y conseguir que acepten declarar ante el tribunal, ya que temían ser acusados de complicidad en el delito de corrupción.

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A causa de estos temores, el número de testigos se ha visto reducido a una docena, mientras que la lista de víctimas ascendía a medio centenar.

Éste es el primer juicio que se celebra en un país del Magreb árabe contra un ex empleado de un consulado español por supuesta distribución irregular de visados.

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