Un alcalde entre el reto y la utopía

El alcalde de Vitoria, el peneuvista José Ángel Cuerda, calificó ayer de "sobresaliente" la parte dogmática de la Constitución Española en la que se establecen los principios básicos de la convivencia. Que el PNV dijera no a la Constitución, y que lo recuerde, a modo de advertencia durante las campañas electorales, es insignificante para un alcalde que si algo valora es su propia independencia al margen de las siglas políticas. Ganar todas las elecciones a las que se ha presentado, con el PNV y con Eusko Alkartasuna (EA), se lo permite.Su decreto se basa en varios artículos de la Consti...

El alcalde de Vitoria, el peneuvista José Ángel Cuerda, calificó ayer de "sobresaliente" la parte dogmática de la Constitución Española en la que se establecen los principios básicos de la convivencia. Que el PNV dijera no a la Constitución, y que lo recuerde, a modo de advertencia durante las campañas electorales, es insignificante para un alcalde que si algo valora es su propia independencia al margen de las siglas políticas. Ganar todas las elecciones a las que se ha presentado, con el PNV y con Eusko Alkartasuna (EA), se lo permite.Su decreto se basa en varios artículos de la Constitución Española (1.1, 9.2, 10.1, y 14). Pero, sobre todo, en el artículo 9.2, "un punto, perdido en el segundo párrafo, que es fundamental y en el que se da un mandato a todos los poderes para que la libertad e igualdad del individuo y de los grupos en los que se integra -el primero es la pareja- sean reales y efectivos, removiendo los obstáculos que aparezcan".

Para Cuerda, sin perjuicio de la interpretación analógica de los artículos 3 y 4 del Código Civil, es bueno ofrecer un instrumento como el registro, aunque sólo sea en el reducido ámbito de la Administración local.

Y es que a José Ángel Cuerda le gustan los retos. O, mejor, las utopías. Y ayer parafraseó al escritor uruguayo Eduardo Galeano, autor de Las venas abiertas de Latinoamérica, para transmitir que hay que valerse de la utopía para avanzar.

Es consciente este alcalde de que los grandes pasos, los definitivos, los dan los parlamentos con sus leyes, pero, después de construir una ciudad, sabe que hay que dar muchos pasos pequeños para que eso suceda. En su fuero interno espera que su decreto sea el comienzo de una cadena que creando toda una concienciación. "Ya veremos...".