Bolero desnudo
Javier Corcovado es un músico inquieto, un explorador de sonidos y pasiones. Junto a Los Chatarreros de Sangre y Cielo, su banda de rock, transita caminos agridulces donde el sentido de las palabras y las notas que las acompañan forman un mundo personal e indivisible, un mundo de roturas humanas.Ahora, Corcovado se ha enibarcado en la nave del bolero, y ese mundo no se aleja mucho de lo que Corcovado ha transitado en el rock; la esencia del discurso es la misma.
La sala El Sol, donde se hizo la presentación del disco Boleros enfermos de amor volumen I, se llenó para ver un concie...
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Javier Corcovado es un músico inquieto, un explorador de sonidos y pasiones. Junto a Los Chatarreros de Sangre y Cielo, su banda de rock, transita caminos agridulces donde el sentido de las palabras y las notas que las acompañan forman un mundo personal e indivisible, un mundo de roturas humanas.Ahora, Corcovado se ha enibarcado en la nave del bolero, y ese mundo no se aleja mucho de lo que Corcovado ha transitado en el rock; la esencia del discurso es la misma.
La sala El Sol, donde se hizo la presentación del disco Boleros enfermos de amor volumen I, se llenó para ver un concierto atípico. El bolero se convirtió en algo nuevo sin perder su identidad, los arreglos y la interpretación de canciones de intérpretes como Olga Guillot y compositores como J. Acereto, dieron una nueva vuelta al género.
Corcovado y Cría Cuervos
Javier Corcovado (voz y guitarra), Justo Bagüeste (saxo), Susana Cáncer (teclados), Manuel Gutiérrez (percusión), Miguel Vega (guitarra). Sala El Sol. 500 personas. Madrid, 1 de febrero.
Las inseguridades que un terreno tan amplio podrían provocar en la voz solista, Corcovado las salvó cantando el bolero sin imitaciones, sin estridencias y fue desnudando el bolero, reduciéndolo y seduciéndolo.