'El grito', de Munch, robado en Oslo en menos de un minuto

El cuadro más famoso del pintor noruego Edvard Munch, El grito, fue robado en la noche del viernes del Museo Nacional de Oslo. Dos ladrones saltaron la valla del museo, pusieron una escalera junto a una ventana, subieron, rompieron los cristales, entraron y se lo llevaron. Tardaron 50 segundos en la acción.El robo fue descubierto en la mañana del sábado por un policía que vio la escalera junto a la ventana. El director del museo, Knut Berg, dijo que la alarma había funcionado a las seis y media de la mañana y que todo el proceso del robo había sido filmado y el vídeo correspondiente est...

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El cuadro más famoso del pintor noruego Edvard Munch, El grito, fue robado en la noche del viernes del Museo Nacional de Oslo. Dos ladrones saltaron la valla del museo, pusieron una escalera junto a una ventana, subieron, rompieron los cristales, entraron y se lo llevaron. Tardaron 50 segundos en la acción.El robo fue descubierto en la mañana del sábado por un policía que vio la escalera junto a la ventana. El director del museo, Knut Berg, dijo que la alarma había funcionado a las seis y media de la mañana y que todo el proceso del robo había sido filmado y el vídeo correspondiente está ya en manos de la policía. "Entraron por la fachada principal del edificio y les traía sin cuidado si les veían o no", ha declarado Leif Plahter, el conservador del museo. Según el director del centro, Knut Berg, "es el cuadro más famoso de Noruega, el más conocido de Munch y el más irremplazable".

La noticia del robo de una de las obras más valiosas del patrimonio artísico noruego compartió los primeros titulares de la prensa con la inauguración de los Juegos Olímpicos, que tuvo lugar en la tarde de ayer. El grito fue pintado por Munch en 1893 y es considerado como la obra que marcó la brillante aparición del expresionismo en Noruega. El pintor, y particularmente esta obra, eran una de las atracciones de las actividades culturales simultáneas con los Juegos Olímpicos.

Se cree muy difícil su comercialización, salvo a un coleccionista privado, y la policía confía en que el vídeo del robo le proporcione pistas interesantes, pero el recuerdo de un robo similar reciente en el Museo de Arte Moderno de Estocolmo, del que aún no se han recuperado tres valiosas obras de Picasso, agrega un elemento de inquietud.

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