Malestar de la prensa extranjera en Argel por los fallos de la embajada francesa al informar de amenazas terroristas

Los sistemas de seguridad y de alerta de la embajada francesa en Argel fallaron en vísperas del asesinato del periodista Henri Olivier Yves, de 34 años de edad, perpetrado en la alcazaba, mientras rodaba unas imagenes para la televisión. Esta anomalía ha provocado malestar e indignación en la pequeña comunidad de periodistas internacionales que residen en la capital magrebí, que en numerosas ocasiones han denunciado irregularidades en las redes de seguridad establecidas por sus delegaciones diplomáticas.Dos días antes del atentado, que costó la vida al periodista y en el que también resultó gr...

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Los sistemas de seguridad y de alerta de la embajada francesa en Argel fallaron en vísperas del asesinato del periodista Henri Olivier Yves, de 34 años de edad, perpetrado en la alcazaba, mientras rodaba unas imagenes para la televisión. Esta anomalía ha provocado malestar e indignación en la pequeña comunidad de periodistas internacionales que residen en la capital magrebí, que en numerosas ocasiones han denunciado irregularidades en las redes de seguridad establecidas por sus delegaciones diplomáticas.Dos días antes del atentado, que costó la vida al periodista y en el que también resultó gravemente herido un reportero australiano, un corresponsal francés acreditado en Argel recibió una amenaza calificada de "seria" del Grupo Islámico Armado, y lo puso en conocimiento de su embajada. Las circunstancias que rodearon a la amenaza provocaron la alarma del afectado y de los servicios de seguridad de la Embajada, que creyeron pertinente informar al resto de informadores.

La señal de alerta, que debía haber sido transmitida en principio a todos los corresponsales acreditados en Argel y a los enviados especiales, desplazados a la capital con ocasión de la Conferencia Nacional para el Diálogo, no llegó de forma correcta a sus destinatarios y en algunos casos fue incluso desmentida.

El embajador francés no informó a los otros embajadores comunitarios, para lo hicieran a su vez con los periodistas de sus países, a pesar que los representantes de las delegaciones europeas se reunieron en la mañana del 1 de febrero para intercambiar información y coordinar medidas de seguridad. Allí conocieron el asesinato del periodista francés. Poco después, se desvelaba el fallo en el sistema de alerta de la embajada francesa. Un corresponsal, de manera enérgica, y en el propio despacho del embajador Bernard Kessedjian, le pidió explicaciones sobre, el fallo. La respuesta, coloquial dada por el jefe de la delegación al periodista es irreproducible.

El incidente ha provocado también la indignación de algunos. diplomáticos de otras embajadas, que se vienen mostrando críticos respecto a la política de seguridad de Francia hacia sus residentes, ya que esta incide, aunque sea de manera involuntaria, en las medidas de seguridad del resto de las delegaciones europeas. La coordinación cada vez más difícil se verá sin duda agravado por este hecho, si no es suficientemente clarificado, según fuentes diplomáticas.

Estado de alarma

El pasado miércoles, volvió a producirse una nueva amenaza contra la prensa en Argelia, a través de un comunicado transmitido a la agencia France Presse en la capital. Esta vez funcionaron con celeridad las medidas de alerta y la legación puso inmediatamente el hecho en conocimiento de otras embajas comunitarias y de la de EE UU. La alarma llegó con claridad a los periodistas extranjeros. Varios de ellos, que debían regresar a París, fueron ayer fuertemente escoltados por la policía hasta el aeropuerto.Para el sábado, la Asociación de Periodistas Argelinos ha convocado a los informadores extranjeros a una asamblea en la Casa de la Prensa. "Todos estamos en el mismo barco", aseguraba un reportero local recordando que 10 periodistas (9 arggelinos) han sido asesinados en los últimos meses.

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Fuentes diplomáticas francesas confirmaron ayer que el pasado miércoles por la tarde -es decir 24 horas después del asesinato de Quémener-, la Embajada francesa en Argel recibió una llamada de la agencia France Presse en la que se informaba que se había recibido una amenaza de los grupos integristas. Esta amenaza, añaden las mismas fuentes, fue transmitida directamente por la Embajada francesa a otras representaciones diplomáticas, entre ellas la de España y EE UU. Las mismas fuentes, sin embargo, se negaron a comentar la existencia de la otra advertencia anterior, la del domingo, dirigida a otro periodista francés y también comunicada a la Embajada de su país. Sólo precisaron que se trataba de "una amenaza personalizada". Dos días después, Quémener caía asesinado.

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