Guitarristas con Camarón
Entre los muchos homenajes que se han dedicado a Camarón desde su muerte faltaba el de los guitarristas. Lo organizaron en Alquivira, con cuatro nombres importantes del toque flamenco en concierto, pero dos de ellos no comparecieron; al parecer, sin ninguna explicación.Bola y Jiménez corrieron ellos solos, en consecuencia, con la responsabilidad contraída con el público que había acudido a la convocatoria. Salvaron con dignidad y profesionalidad el compromiso, actuando primero cada uno en solitario, para terminar juntos en un toque lleno de ritmo y compás, que hicieron con mucho nervio y un ex...
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Entre los muchos homenajes que se han dedicado a Camarón desde su muerte faltaba el de los guitarristas. Lo organizaron en Alquivira, con cuatro nombres importantes del toque flamenco en concierto, pero dos de ellos no comparecieron; al parecer, sin ninguna explicación.Bola y Jiménez corrieron ellos solos, en consecuencia, con la responsabilidad contraída con el público que había acudido a la convocatoria. Salvaron con dignidad y profesionalidad el compromiso, actuando primero cada uno en solitario, para terminar juntos en un toque lleno de ritmo y compás, que hicieron con mucho nervio y un excelente nivel técnico. Las palmas de Sebastián, El Pelao Chico, muy discretas, como convenía -aunque extraordinarias de "son"-pusieron, siempre que entraron, un contrapunto eficaz.
Recuerdo a Camarón de la Isla
Agustín Carbonell, El Bola, y Adolfo Jiménez (guitarras), con Pelao Chico (palmas). Madrid, Alquivira, 17 de diciembre.
Jiménez y Bola son dos guitarristas bastante distintos en su concepción y ejecución del toque flamenco. El primero se atiene a un cierto clasicismo de otros tiempos, hoy ya casi caído en desuso, pero de una gran belleza. Es el toque de verdad flamenco, sobrio y sin florituras, y Adolfo Jiménez lo hace con delicadeza y elegancia.
El Bola, que frecuenta mucho últimamente la participación en grupos de fusión de distintas músicas, hace lógicamente un toque más complejo y quizá de mayor dificultad técnica; pero en una ocasión como ésta acreditó que sigue siendo esencialmente flamenco, y su toque tuvo, en ocasiones, una intensidad y una expresión esencialmente jondas.