El impacto en España es más positivo que negativo, según Gomez-Navarro

Es el segundo gran reto de la industria española en menos de ocho años. Tras la entrada en la CE en 1986, España se enfrenta ahora al desarme arancelario que supone la Ronda Uruguay con gran incertidumbre sobre su impacto en la economía española. El Gobierno analizó ayer positivamente el acuerdo, que afecta al 39% del comercio español, aunque admitió que su impacto es "imposible de cuantificar".

El ministro de Comercio, Ja vier Gómez-Navarro, fue cauto: "No hay que pensar que esto es un elemento mágico que va a resolver nuestros problemas o los problemas de nadie", y advirtió que el GAT...

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Es el segundo gran reto de la industria española en menos de ocho años. Tras la entrada en la CE en 1986, España se enfrenta ahora al desarme arancelario que supone la Ronda Uruguay con gran incertidumbre sobre su impacto en la economía española. El Gobierno analizó ayer positivamente el acuerdo, que afecta al 39% del comercio español, aunque admitió que su impacto es "imposible de cuantificar".

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El ministro de Comercio, Ja vier Gómez-Navarro, fue cauto: "No hay que pensar que esto es un elemento mágico que va a resolver nuestros problemas o los problemas de nadie", y advirtió que el GATT tendrá efectos negativos y positivos al mismo tiempo. En declaraciones a Radio Nacional de España, Gómez-Navarro dijo: "Lo que se va a plantear es el ser competitivo. A las empresas más eficientes les vendrá muy bien el GATT, mientras que las ineficientes tendrán problemas".El acuerdo afecta a los intercambios comerciales de España con terceros países, fuera de la UE. El 30% de las exportaciones españolas (algo más de dos billones de pesetas de enero a octubre de este año) se dirige a estos países, siendo EE UU y Japón los socios más importantes. Asimismo, el 39% de las importaciones españolas (3,3 billones hasta octubre) proviene del exterior de la UE. El ministro de Asuntos Exteriores, Javier Solana, afirmó ayer en Madrid que el pacto traerá buenas consecuencias para España, aunque éstas son "imposibles de cuantificar".

Javier Sansa director general de Comercio Exterior, no quiso especificar el impacto del acuerdo en España, aunque sí insistió en que el efecto se notará despacio "porque hay un periodo transitorio de diez años para su progresiva aplicación". Explicó que los sectores que se verían favorecidos serían aquellos más gravados en las fronteras de países terceros y citó los azulejos y la cerámica, que en EE UU tienen un arancel del 20% que ahora podría quedar reducido a la mitad. Sobre los productos importados que se abaratarían mencionó "algún pescado" y "algún calzado". Sansa matizó, además, que el tratado -"que supone una reducción global media de un tercio en los aranceles"- no entrará en vigor hasta julio de 1995.

Las últimas negociaciones de la Ronda Uruguay se han olvidado de un asunto de gran importancia para la agricultura española: la exportación a Estados Unidos de conservas de tomate, sobre las que la Administración norteamericana aplica desde 1989 un arancel del 100% como represalia por la prohibición en la Comunidad Europea de la entrada de carne de Estados Unidos.

Para España, particularmente para los conserveros de Murcia, Albacete y Aragón, este olvido puede ser fatal, puesto que el mercado norteamericano absorbía entre un 38% y un 48% de las exportaciones de ese producto hasta que esas sanciones entraron en vigor. En 1988 EE UU compró tomate en conserva español por valor de 1.353 millones de pesetas, informa Antonio Caño.

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