Música y discursos solemnes en la ceremonia de entrega de los Nobel

Con la pompa y precisión que se repite a lo largo de los años, tuvo lugar ayer en la Casa de Conciertos de Estocolmo la ceremonia de entrega de los premios Nobel correspondientes a este año. Con los Reyes de Suecia y miembros de la familia real como anfitriones principales y la presencia de representantes del mundo científico, cultural, político y económico, así como de anteriores galardonados y, cuerpo diplomático, la ceremonia, ensayada previamente en sus más mínimos detalles, transcurrió sin sorpresas. El recuerdo de un joven sueco que en 1977 interrumpió la solemnidad del acto en el moment...

Con la pompa y precisión que se repite a lo largo de los años, tuvo lugar ayer en la Casa de Conciertos de Estocolmo la ceremonia de entrega de los premios Nobel correspondientes a este año. Con los Reyes de Suecia y miembros de la familia real como anfitriones principales y la presencia de representantes del mundo científico, cultural, político y económico, así como de anteriores galardonados y, cuerpo diplomático, la ceremonia, ensayada previamente en sus más mínimos detalles, transcurrió sin sorpresas. El recuerdo de un joven sueco que en 1977 interrumpió la solemnidad del acto en el momento en que el economista norteamericano Milton Friedman, al que se sindicaba como artífice de la política económica de la dictadura militar en Chile, planea como un temido fantasma cada año. Pero esta vez nada alteró la solemnidad. La presencia y la voz de Barbara Hendricks y de la Orquesta Filarmónica de Estocolmo, fueron un marco artístico adecuado para una brillante ceremonia que fue emitida por televisión para varios países.El saludo de bienvenida y una breve reseña de la personalidad de los premiados, estuvo a cargo del profesor Bengt Samuelsson, premio Nobel de Medicina en 1982. Matizado con intervenciones de la orquesta y de la cantante Hendricks, con partituras de Massenet y la famosa melodía de Gershwin Summer time, fueron intercalándose la presentación de los premiados. Los primeros en ser llamados a presencia del Rey fueron los de Física, Russel Hulse y Joseph Taylor, ambos norteamericanos; le siguieron los químicos Kary Mullis y Michael Smith, norteamericano y canadiense, respectivamente, y finalmente los ganadores del premio en Medicina, el británico Richard Roberts y el norteamericano Philip Sharp.

La interpretación de la melodía de Gershwin preludió el turno de Toni Morrison, que en medio de prolongados aplausos recibió, igual que los anteriores, la medalla y el diploma correspondientes. El secretario permanente de la Academia sueca, Sture Allen, hizo previamente una cálida presentación de la personalidad y la obra de Toni Morrison. Por último, los economistas norteamericanos Robert Fogel y Douglas North completaron la nómina de la entrega de premios.