La maquina del tiempo

Los cosmólogos, los especialistas en estudiar la evolución del universo a lo largo de sus al menos 12.000 millones de años de historia, han sido los que más han sufrido con la miopía del telescopio Hubble. Anunciado como una verdadera máquina del tiempo, que vería más allá en el espacio -y por tanto en el tiempo- que cualquier otro instrumento humano, el telescopio resultó tener una capacidad de observar objetos de débil luminosidad, como los muy lejanos, cinco veces menor de la esperada.Cuando se observa un objeto celeste, lo que se capta en realidad es su estado en una época anterior,...

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Los cosmólogos, los especialistas en estudiar la evolución del universo a lo largo de sus al menos 12.000 millones de años de historia, han sido los que más han sufrido con la miopía del telescopio Hubble. Anunciado como una verdadera máquina del tiempo, que vería más allá en el espacio -y por tanto en el tiempo- que cualquier otro instrumento humano, el telescopio resultó tener una capacidad de observar objetos de débil luminosidad, como los muy lejanos, cinco veces menor de la esperada.Cuando se observa un objeto celeste, lo que se capta en realidad es su estado en una época anterior, directamente relacionada con la distancia a la que se encuentra, ya que la luz tiene una velocidad finita y tarda en llegar a la Tierra. Por eso las distancias astrofísicas se miden en años luz.

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"Los cosmólogos han renunciado por ahora al Hubble", declaraba en 1991 el coordinador europeo del telescopio, Piero Benvenuti, quien, sin embargo, señalaba que era un instrumento muy bueno para la astrofísica.

A pesar de sus limitaciones, el Hubble ha permitido algunos avances en cosmología. En la galaxia IC4182, situada a 16 millones de años luz de la Tierra, se han observado por primera vez en la historia estrellas concretas y deducido con un pequeño margen de error su distancia. Si se consigue la reparación, se realizarán medidas de galaxias mucho más lejanas y se podrán estimar con mayor exactitud las dimensiones del universo, su velocidad de expansión y quizás la naturaleza de la materia oscura -ahora una gran incógnita- que se supone forma más del 90% de su masa total.

El objetivo final es determinar la edad y el destino del universo: si se expandirá indefinidamente o terminará por contraerse.

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