El Consejo de Europa 13 se prepara para organizar el centenario del cine

La falta de dinero dificulta el proyecto

Aunque aún es un arte joven, el cine pronto va a cumplir sus primeros 100 años. Exactamente en Lyón, el 28 de diciembre de 1995. Y a festejar este centenario se han lanzado los países europeos, reunidos el pasado viernes en Estrasburgo en la sede del Consejo de Europa.Esta celebración, sin embargo, quiere ser ante todo una llamada de atención sobre las cualidades de las cinematografías europeas, olvidadas del gran público, al que no suelen llegarle sus propias películas. Y por culpa de la competencia americana, según se insistió en repetidas ocasiones. Hay que recordar que hace 100 años fueron...

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Aunque aún es un arte joven, el cine pronto va a cumplir sus primeros 100 años. Exactamente en Lyón, el 28 de diciembre de 1995. Y a festejar este centenario se han lanzado los países europeos, reunidos el pasado viernes en Estrasburgo en la sede del Consejo de Europa.Esta celebración, sin embargo, quiere ser ante todo una llamada de atención sobre las cualidades de las cinematografías europeas, olvidadas del gran público, al que no suelen llegarle sus propias películas. Y por culpa de la competencia americana, según se insistió en repetidas ocasiones. Hay que recordar que hace 100 años fueron los franceses Lumiére quienes inventaron la famosa máquina de los prodigios. Pero recordar más aún las grandes películas que desde entonces han realizado los cineastas europeos, muchos de los cuales fueron quienes impulsaron la creatividad del cine de Hollywood.

¿Y qué hacer para conseguirlo? Las propuestas de Estrasburgo fueron múltiples, aunque muchas concidentes. Recuperar el patrimonio cultural del cine; fomentar la distribución intereuropea de sus propios clásicos; organizar una exposición que tenga cabida en la Bienal de Venecia de 1995 y en la Expo de Budapest; convocar a las escuelas de cine repartidas por Europa para que se realicen cortometrajes conmemorativos; estudiar la posibilidad de poner en marcha un tren que parta de Lyón y recorra Europa ofreciendo películas, artistas y fiestas.

Ideas que no progresan

Son ideas que se repiten desde hace algunos meses y que no progresan con claridad. Falta de dinero: los responsables de esta actividad en el Consejo de Europa piden que sea cada Estado el que pague sus costas. Lentitud burocrática: en Estrasburgo se habla y se habla y todo el proceso se hace lento, imposible.

Algunos países reaccionan. España tiene ya organizada su comisión; Francia ha constituido una sociedad que preside Michel Piccoli; Rusia quiere recuperar obras maestras anteriores a la revolución; Bulgaria quiere organizar el festival de cine del Danubio; Inglaterra tiene ya su logo, mientras que el cartel oficial ha sido encargado al director italiano Ettore Scola, que ya se descubrió como dibujante hace un par de años, anunciando la semana de la crítica de Cannes.

Algunos festivales preparan retrospectivas sobre los clásicos europeos (el de San Sebastián ya celebró su primera entrega del ciclo Los mejores 100 años de nuestra vida), pero se encuentran con los problemas de obtener buenas copias. ¿Podrán conseguirlas los Gobiernos? No parece fácil si se atienden las razones de los productores presentes en Estrasburgo, negados a aceptar tanto la condición cultural del cine como el hecho de que en los últimos años rara es la película por la que no han sido subvencionados.

A pesar de que algunos de estos proyectos tienen una base sólida, la reunión no incitó al optimismo. Prevalecieron las vaguedades, la palabrería y los tópicos. Aunque es prudente dar tiempo al tiempo, una vez más dio la impresión de que el cine está sólo en manos de funcionarios y de financieros. ¡Cien años para esto!

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