Cientos de enfermos están atrapados por la guerra en hospitales de Bosnia central

Centenares de enfermos, incluidos niños y pacientes mentales, se encuentran atrapados en hospitales de Bosnia central, a escasa distancia de las líneas del frente. Cascos azules canadienses y daneses protegen y suministran alimentos a cerca de 600 enfermos y heridos en los hospitales de Fojnica y de Bakovici, sin electricidad ni agua caliente. Los combates entre musulmanes y croatas se intensificaron ayer en Bosnia central y en Mostar.

Entre los aproximadamente 600 enfermos que viven una situación desesperada se encuentran unos 60 niños. Sólo dos centenares de pacientes pueden caminar p...

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Centenares de enfermos, incluidos niños y pacientes mentales, se encuentran atrapados en hospitales de Bosnia central, a escasa distancia de las líneas del frente. Cascos azules canadienses y daneses protegen y suministran alimentos a cerca de 600 enfermos y heridos en los hospitales de Fojnica y de Bakovici, sin electricidad ni agua caliente. Los combates entre musulmanes y croatas se intensificaron ayer en Bosnia central y en Mostar.

Entre los aproximadamente 600 enfermos que viven una situación desesperada se encuentran unos 60 niños. Sólo dos centenares de pacientes pueden caminar por sus propios medios, ya que el resto sufre lesiones graves o amputaciones. Radio Sarajevo, en poder de los musulmanes, y portavoces del Consejo de Defensa Croata (HVO) se acusaron ayer mutuamente de la escalada de las hostilidades en Bosnia central.FojnIca, Bakovici, Olovo y Borovica se hallan situadas en el ojo del huracán de la ofensiva de la Armija, ejército bosnio de mayoría musulmana, tras la conquista del nudo de comunicaciones de Vares. Unidades de la Armija han comenzado a evacuar a los enfermos que se encuentran en peores condiciones.

La distribución de ayuda humanitaria en esta zona, castigada por durísimos combates desde hace meses, se ha interrumpido tras la muerte de un conductor danés, hace tres semanas, aunque el sábado hubo un principio de acuerdo entre musulmanes y croatas para permitir el libre paso de la ayuda, y pudieron llegar a su objetivo dos convoyes protegidos por la ONU.

La inminente llegada del invierno afecta ya gravemente a la población, y se registran temperaturas por debajo de los cero grados.

El frío se suma a la guerra para dibujar un inquietante panorama. Las organizaciones humanitarias que actúan en Bosnia temen que se multipliquen las muertes a causa del hambre y del frío que consiguieron evitarse el pasado invierno.

Combates en Mostar

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Fuentes de los cascos azules manifestaron ayer que la batalla entre croatas y musulmanes por el control de Mostar se recrudeció ayer, y que el sector en poder de la Armija recibió al menos 30 impactos de proyectiles dé mortero.Radio Sarajevo informó de siete muertos por estos bombardeos. La división entre los dos, sectores de Mostar, separados por el río Neretva, se ha agravado tras la destrucción del puente viejo, una auténtica joya arquitectónica de la época turca, construido, en el siglo XVI.

Entretanto, las escaramuzas entre tropas musulmanas fieles al presidente Alia Izetbegovic y partidarios del líder separatista del enclave de Bihac, Fikret Abdic, se cobraron ayer siete víctimas entre los secesionistas, según Radio Sarajevo, aunque fuentes cercanas a Abdic informaron de victorias militares contra las tropas del poder central.

El enclave de Bihac, al noroeste de Bosnia, se ha convertido en una fuente de conflictos para el Gobierno de Sarajevo. Abdic firmó además recientemente la paz con serbios y croatas desobedeciendo la decisión del Parlamento bosnio, de mayoría musulmana.

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