La policía rusa fuerza a unos 3.000 nostálgicos a conmemorar la Revolución fuera de Moscú

El 76º aniversario de la Revolución Bolchevique de Octubre, la efeméride más importante de la desaparecida Unión Soviética, transcurrió ayer sin grandes incidentes, salpicado de brotes de nostalgia y protesta en diversos puntos de Rusia y de los países de la Comunidad de Estados Independientes (CEI). En Moscú, unos 3.000 comunistas se vieron obligados a celebrar un mitin en un bosque de las afueras de la ciudad, después de que las fuerzas antidisturbios del Ministerio del Interior, aún tensas por los sangrientos enfrentamientos del pasado mes de octubre, frustraran sendos conatos de manifestac...

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El 76º aniversario de la Revolución Bolchevique de Octubre, la efeméride más importante de la desaparecida Unión Soviética, transcurrió ayer sin grandes incidentes, salpicado de brotes de nostalgia y protesta en diversos puntos de Rusia y de los países de la Comunidad de Estados Independientes (CEI). En Moscú, unos 3.000 comunistas se vieron obligados a celebrar un mitin en un bosque de las afueras de la ciudad, después de que las fuerzas antidisturbios del Ministerio del Interior, aún tensas por los sangrientos enfrentamientos del pasado mes de octubre, frustraran sendos conatos de manifestación en la plaza de Kaluga (antes plaza de Octubre) y en las inmediaciones de la plaza Roja, tradicional escenario de tal conmemoración.

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Precisamente desde la plaza de Kaluga se puso en marcha la manifestación que entró en el Parlamento y tomó la alcaldía el pasado 3 de octubre.El número de asistentes a los diversos actos por la geografía de la antigua URSS tuvo su record en Minsk, la capital de Bielorusia, donde se manifestaron diez mil personas. En la capital de Rusia, la policía, que acordonaba totalmente la plaza de Kaluga y contaba con una treintena de autobuses en las inmediaciones, obligó a retirarse hacia el metro a varios centenares de personas que pretendían organizar un mitin. En la acción policial se registraron un número indeterminado de detenciones.

La manifestación acabó celebrándose en el bosque de Medvedkovo, junto al cinturón de circunvalación, donde, según diversas estimaciones, se concentraron entre 1.500 y 3.000 personas. Anatoli Kriuchkov, el presidente de un partido comunista marginal exhortó a los reunidos a boicotear las elecciones legislativas del 12 de diciembre.

El Partido Comunista de Rusia (PCR), que dirige Guenadi Ziuganov y que es el más importante en este espectro político, se abstuvo de organizar actos callejeros para evitar provocaciones en víspera de los comicios en los que se dispone a participar.

El PCR ha sido una de las 21 organizaciones que, con un total de 187.000 firmas recogidas como aval de su lista federal de candidatos, superó el sábado por la noche la fase inicial de registro para la Duma Estatal (cámara baja del Parlamento). Para disputar los 225 escaños, que se adjudicarán mediante sistema proporcional y lista federal de candidatos, se necesitaba un mínimo de 100.000 firmas. También consiguió presentar su lista la Unión Popular Rusa (UPR), el partido que dirige el combativo ex diputado Serguei Baburin, a pesar de la oscura desaparición de 20.000 firmas.

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El PCR y la UPR y el Partido Agrario forman el grueso de la oposición antireformista admitida en la contienda electoral. La mayoría de los contendientes, entre ellos los favoritos, entregaron sus firmas poco antes de que expirara el plazo. La Unión de Rusia, que dirige el primer viceprimer ministro Yegor Gaidar y que tiene la máxima concentración de altos funcionarios en sus filas, está a favor de una rápida transición hacia una economía de mercado de corte liberal. Junto a ella, con posiciones ligeramente más moderadas -y en segundo lugar, según las encuestas- se encuentra el bloque Yavlinski-Boldirev-Lukin, formado en torno a la persona del economista Grigori Yavlinski, el autor de un programa de reforma en 500 días que nunca llegó a ponerse en práctica en la URSS.

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