La Universidad hace autocrítica por adherirse tarde a la lucha por la paz

La Iniciativa Universitaria por la Paz y la Concordia se presentó ayer en Bilbao, con una dura autocrítica por no haber ido de la mano del resto de la sociedad en su compromiso por la paz. "Reconocemos nuestro error en tono de absoluta humildad", declaró el portavoz de la nueva plataforma, Pablo Setién, en nombre de estudiantes, profesores, personal de la administración y servicios de las universidades del País Vasco, Deusto y a distancia.Los miembros de la Iniciativa Universitaria resaltaron que el compromiso por la paz que estaba calando fuerte en la sociedad vasca ha permanecido casi ausent...

La Iniciativa Universitaria por la Paz y la Concordia se presentó ayer en Bilbao, con una dura autocrítica por no haber ido de la mano del resto de la sociedad en su compromiso por la paz. "Reconocemos nuestro error en tono de absoluta humildad", declaró el portavoz de la nueva plataforma, Pablo Setién, en nombre de estudiantes, profesores, personal de la administración y servicios de las universidades del País Vasco, Deusto y a distancia.Los miembros de la Iniciativa Universitaria resaltaron que el compromiso por la paz que estaba calando fuerte en la sociedad vasca ha permanecido casi ausente del mundo académico, con la especial importancia que eso tiene en un colectivo cuyo deber es transmitir a la sociedad tolerancia, racionalidad, diálogo e ideas de progreso.

A pesar de que su actividad comienza justo cuando Julio Iglesias ha sido liberado, la Iniciativa Universitaria espera que su presentación pública sirva para que la respuesta social no se acabe en este momento. Su primer reto va a ser la recogida de firmas en el mundo universitario, trabajo que comenzarán la próxima semana, para comprobar el nivel de adhesiones que genera el colectivo.

"A partir de ahí, vamos a trabajar por el restablecimiento de una nueva cultura de la paz y por el fomento de ese compromiso en el resto de la sociedad", señalan sus portavoces. Los universitarios, que profundizan en su autocrítica al reconocer que "se es cómplice de los crímenes de ETA cuando se calla mientras los demás condenan", exigen a la policía y a las autoridades' "el más exquisito respeto a los derechos humanos".