FÚTBOL FASE DE CLASIFICACIÓN PARA EL MUNDIAL 94

Sobresaliente para los jugadores

El bloque armado por Clemente cumplió con lo fundamental: salvar el partido. Sin lindezas, sin filigranas, con el empeño en su justa medida. Concentrados al máximo, los jugadores merecieron un sobresaliente en un partido poco dado al exhibicionismo y abonado para la tensión.Zubizarreta. Limó sus nervios iniciales con varias intervenciones seguras en momentos de agobio. En el gol de Sheridan se vio tapado. Su récord de partidos con España (82) no pudo tener mejor regalo que el 1-3 final.

Voro. Debutó con la selección con la tranquilidad de un veterano. Magnífico por alto e ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El bloque armado por Clemente cumplió con lo fundamental: salvar el partido. Sin lindezas, sin filigranas, con el empeño en su justa medida. Concentrados al máximo, los jugadores merecieron un sobresaliente en un partido poco dado al exhibicionismo y abonado para la tensión.Zubizarreta. Limó sus nervios iniciales con varias intervenciones seguras en momentos de agobio. En el gol de Sheridan se vio tapado. Su récord de partidos con España (82) no pudo tener mejor regalo que el 1-3 final.

Voro. Debutó con la selección con la tranquilidad de un veterano. Magnífico por alto e insuperable por la derecha. Fue un perfecto colaborador para Nadal. Siempre estuvo en su sitio y no se arrugó en ningún momento.

Más información

Nadal. El mejor, tal y como reconoció en su votación el público irlandés. Soberbio por alto, templado por bajo y ubícuo en su función defensiva, fue capaz de asumir todo el juego del equipo en los momentos de peligro.

Giner. Cumplió con empaque en un partido muy propicio para los nervios. Evitó cualquier complicación y solventó la presión irlandesa con un recurso propio de la islas: el despeje largo.

Camarasa. Siempre en su sitio, no giró la cara en su primer partido oficial con la selección absoluta. Cerró bien la banda izquierda y suplió cualquier despiste del centro del campo.

Ferrer. Jamás olvidó su cometido. Buscó el apoyo con los centrocampistas y enladrilló la banda derecha, lo que aligeró notablemente la labor de la última línea española. Explotó al máximo su mejores recursos: rapidez, anticipación y potencia física.

Caminero. Impecable mientras estuvo en el centro del campo. Abrió el partido para España con un gol magnífico, cargado de rabia y oportunismo. Fue uno de los hombres decisivos, a pesar de tener que abandonar por una lesión de aductores.

Bakero. La inesperada lesión de Caminero le obligó a salir en frío. Tardó en encontrar el guión del partido, pero supo aportar su fortaleza moral cuando el encuentro se complicó para España. En la segunda mitad contribuyó a presionar en el centro del campo.

Hierro. Fue de más a menos. A medida que el partido creció en intensidad y aspereza, Hierro fue perdiendo consistencia y valentía. Por momentos se ausentó del encuentro.

Luis Enrique. Incansable. De los mejores del partido. No eludió el choque en ningún momento, cerró la banda izquierda, colaboró con los hombres del centro del campo y se desdobló en el contragolpe.

Goicoechea. Efectivo. Mantuvo un elevado nivel de sacrifico por la banda derecha, una de las obsesiones de Clemente. En ataque colaboró e incluso dispuso de alguna ocasión.

Julio Salinas. Letal. Dos apariciones, dos goles. Salinas cargó con toda la responsabilidad ofensiva de España y no falló. Su efectividad confirmó los temores de Jack Charlton. Suma siete goles en la fase clasificatoria.

Guardiola. Tardó en sumarse al partido pero llegó a tiempo para enfriarlo.

Archivado En