Crítica:CINE: 'ACOSADA'

Festival Sharon Stone

Tras el tan inesperado como gran éxito de Instinto básico (1992), de Paul Verhoeven, se pone en marcha una compleja operación para conseguir un nuevo producto que aproveche al máximo la enorme popularidad alcanzada por Sharon Stone. El encargado es el interesante productor Robert Evans y la verdad es que los resultados obtenidos son casi perfectos. Acosada se sitúa en la misma línea de la anterior, es decir, un policiaco lleno de sexo, y Sharon Stone aparece en todas las escenas, salvo en un breve prólogo, pero es mucho mejor.El punto de partida es una novela policiaca del especi...

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Tras el tan inesperado como gran éxito de Instinto básico (1992), de Paul Verhoeven, se pone en marcha una compleja operación para conseguir un nuevo producto que aproveche al máximo la enorme popularidad alcanzada por Sharon Stone. El encargado es el interesante productor Robert Evans y la verdad es que los resultados obtenidos son casi perfectos. Acosada se sitúa en la misma línea de la anterior, es decir, un policiaco lleno de sexo, y Sharon Stone aparece en todas las escenas, salvo en un breve prólogo, pero es mucho mejor.El punto de partida es una novela policiaca del especialista Ira Levin, convertida en guión por el coproductor Joe Eszterhas, donde se mezclan con habilidad ideas provenientes de películas de éxito. La neoyorquina casa encantada donde se suceden extrañas muertes está claramente tomada de La semilla del diablo (1968), de Roman Polanski, y sobre todo la obsesión del mirón de permanecer en una habitación observando la vida de sus vecinos y tratando de intervenir en ella es un claro homenaje o copia de La ventana indiscreta (1954), de Alfred Hitchcock. Y también uno de los personajes masculinos tiene algo del Norman Bates de Psicosis (1960), también de Hitchcock.

Sliver

Director: Phillip Noyce. Guionista: Joe Eszterhas. Fotografía: Wilmos Zsigmond. Música: Howard Shore. EE UU, 1993. Intérpretes: Sharon Stone, William Baldwin y Tom Berenger.Estreno en Madrid: Gran Vía, Palacio de la Prensa, Roxy 'B', Luchana, Velázquez, Pañalver, Excelsior, Aragón, España, Vaguada, Bellas Artes (V. 0. Subtitulada).

Incógnita y sexo

Con el atractivo de que el resultado conseguido tiene una cierta autonomía, funciona bastante bien, resulta ser el vehículo adecuado para el máximo lucimiento de Sharon Stone. En gran parte debido a que utiliza el habitual esquema de la chica guapa en peligro con el aliciente del sexo y la incógnita de no saber si su pareja es el asesino o no. Dado que lo que Acosada narra es la historia de una atractiva muchacha que se va a vivir a un apartamento de un edificio donde se suceden muertes misteriosas accidentales, en especial de guapas jóvenes.El realizador australiano Phillip Noyce, especialmente conocido por su policiaco Calma total (1988), narra bien la historia hasta el extremo de que parece mucho más de lo que en realidad es. A lo que también colaboran una cuidadísima banda sonora, la música de Howard Shore y la excelente fotografía en color y scope del húngaro Vilmos Zsigmond. Aunque, como es lógico, la principal fuerza de este auténtico festival Sharon Stone, donde aparece más Sharon Stone que nunca, es ella misma, desnuda, vestida, masturbándose en la ducha, desnudándose en el restaurante, follando.

No obstante, la gran invención de Acosada es una gran sala con cincuenta y tantos televisores y múltiples vídeos, donde el enloquecido propietario del misterioso edificio Sliver, título original de la película, observa la vida de sus inquilinos y trata de manipularla como si fuese un dios. Y lo mejor la escena final en que una enfurecida Sharon Stone acaba con ellos a golpe de pistola.

Lo peor del producto, y en contra de lo que suele ser habitual dentro del cine norteamericano, es que los personajes masculinos aparecen demasiado difuminados, sólo son sombras junto al de Sharon Stone. William Baldwin consigue dar un tono inquietante a su personaje, un poco a lo Anthony Perkins, pero el siempre un tanto plúmbeo Tom Berenger logra transmitir muy poca vida a su impulsivo escritor de novelas policiacas, tanto por su culpa como por la de un guión que no le da demasiadas oportunidades.

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