Musulmanes de Mostar usan como escudo el convoy de tropas españolas

Es un viaje interminable cuyo fin puede estar aún lejano. Mujeres, niños y milicianos musulmanes famélicos, cercados en el centro de Mostar, capital de Herzegovina, se negaban anoche a dejar partir al convoy con 200 toneladas de víveres que, protegido por cascos azules españoles, había salvado la madrugada anterior las barreras croatas para devolverles la esperanza de vivir.

ENVIADO ESPECIAL"Si se van, ¿quién nos protegerá?", clamaban algunos de los 50.000 supervivientes de una batalla que, pese a los acuerdos de alto el fuego prosigue aún en toda su virulencia. "Lo peor ha pasado", com...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Es un viaje interminable cuyo fin puede estar aún lejano. Mujeres, niños y milicianos musulmanes famélicos, cercados en el centro de Mostar, capital de Herzegovina, se negaban anoche a dejar partir al convoy con 200 toneladas de víveres que, protegido por cascos azules españoles, había salvado la madrugada anterior las barreras croatas para devolverles la esperanza de vivir.

Más información

ENVIADO ESPECIAL"Si se van, ¿quién nos protegerá?", clamaban algunos de los 50.000 supervivientes de una batalla que, pese a los acuerdos de alto el fuego prosigue aún en toda su virulencia. "Lo peor ha pasado", comentaba un oficial español una vez que el convoy, integrado por nueve blindados y 19 camiones del ACNUR (Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados), con un total de 150 personas (entre cascos azules, médicos y periodistas), superó el miércoles las barreras humanas interpuestas por los croatas.Pero lo peor estaba por llegar. Primero, el penoso espectáculo de una población famélica y desesperada. Después, el punto de esperanza que suponía la descarga de víveres. Finalmente, la negativa a permitir el retomo del convoy.

Pasa a la página 3

Ataque inminente

Mujeres y niños musulmanes bloquean el convoy que entró en Mostar escoltado por tropas españolas

Fuentes militares de Unprofor dijeron que es "muy difícil" saber si se trata de un "secuestro espontáneo o impulsado". Las autoridades de Mostar indicaron que las fuerzas croatas planean un ataque contra los 4.000 musulmanes que se encuentran en la orilla occidental del río Neretva, que divide a la ciudad en dos, tan pronto como los soldados de la ONU abandonen este enclave.Mostar, capital de Herzegovina y donde se encuentran refugiados 55.000 musulmanes, es considerada por los croatas la capital de la autoproclamada República de Herceg-Bosna.

"Estoy muy, pero muy disgustado por lo que está pasando. Vi las sonrisas en las caras de la gente al llegar y después de descargar 200 toneladas de comida y medicinas veo amargura y rabia en las mismas caras", declaró Jerry Hulme, funcionario del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

El avión fletado por el Gobierno español aterrizó en Split (Croacia) con 19 militares que desarrollarán distintas misiones en Bosnia durante los próximos meses. El envío de ayuda humanitaria será transportado hasta los hospitales de Mostar por los cascos azules de la Agrupación Canarias, informa Efe.

Militares musulmanes declararon ayer que los croatas se habían aprovechado del alto el fuego declarado para permitir el paso del convoy y habían bombardeado la presa que controla el río Neretva, a unos cinco kilómetros al norte de Mostar, provocando la destrucción de los tres pequeños puentes improvisados para conectar el centro de Mostar con el pequeño barrio musulmán en la orilla occidental del río. Una vez aislado ese barrio, los croatas se disponen a atacarlo, añaden los militares.

"Esto es un acto de gente desesperada que ve en ustedes su salvación", declaró Suleimán Dudakovic, jefe del Cuatro Cuerpo del Ejército bosnio destinado en Mostar, para hacer hincapié en que han sido los civiles los que por decisión propia han secuestrado el convoy. Pero según la Unprofor, se trata de una "manipulación inadmisible" del Ejército bosnio. "Estamos siendo utilizados como táctica militar y eso no se puede permitir", declaró Albert Benabour, funcionario civil de la Unprofor.

El convoy tardó más de 12 horas en recorrer los 30 kilómetros que separan Mostar de Medjugorje, donde los cascos azules españoles tienen su cuartel general. Originariamente estaba compuesto por 27 camiones pero ocho de ellos, que transportaban 100 toneladas de víveres, fueron autorizados a descargar en la parte croata de Mostar, oeste de la ciudad, como parte de la negociación para poder llegar hasta los musulmanes. Tras descargar las medicinas y alimentos, estos ocho camiones emprendieron el camino de regreso a Croacia.

Por otra parte, un avión P-3 Orión del Ejército del Aire español se integrará, a partir del próximo martes, en el dispositivo de vigilancia y control del embargo decretado contra la antigua Yugoslavia por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, informa Efe.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En