Cartas al director

Una proposición indecente

Tal fue mi sorpresa cuando, mediada la película, la protagonista actuaba como una profesora impartiendo clases de ciudadanía americana, que no pude por menos que sonreír. En la clase de ciudadanía se destacó la presencia de una ciudadana cubana que su gran problema era no saber pronunciar Cuba en americano. ¡Qué problema! Todavía me sigo preguntando qué enseñarán en esas clases, enseñarán a luchar, a meterse en los problemas de los demás, o enseñarán a bloquear Estados.Ustedes, americanos, no son los más indicados para dar clases de nada a los ciudadanos cubanos, día a día el pueblo cub...

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Tal fue mi sorpresa cuando, mediada la película, la protagonista actuaba como una profesora impartiendo clases de ciudadanía americana, que no pude por menos que sonreír. En la clase de ciudadanía se destacó la presencia de una ciudadana cubana que su gran problema era no saber pronunciar Cuba en americano. ¡Qué problema! Todavía me sigo preguntando qué enseñarán en esas clases, enseñarán a luchar, a meterse en los problemas de los demás, o enseñarán a bloquear Estados.Ustedes, americanos, no son los más indicados para dar clases de nada a los ciudadanos cubanos, día a día el pueblo cubano les da una clase de cómo aguantar la opresión que ustedes, profesores, ejercen sobre su pueblo.

La película se permitió en su guión, error seguro, una frase antológica: "Él no vale más que yo, sólo tiene más dinero". Aplíquesenlo, ciudadanos americanos.-

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