Major deja por un día sus problemas internos en la cumbre franco-británica

La celebración de la periódica cumbre franco-británica permitió ayer al baqueteado primer ministro británico, John Major, dejar de lado por un día sus acuciantes problemas domésticos. Major, siempre a sus anchas en las reuniones bilaterales, recibió en Downing Street al presidente socialista francés, François Mitterrand, y al jefe del Gobierno conservador, Edouard Balladur, con quienes pasó revista a los problemas monetarios de la Comunidad Europea y acordó la inauguración del túnel bajo el canal de la Mancha el próximo mes de mayo.Por primera vez en mucho tiempo, los visitantes estaban aún má...

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La celebración de la periódica cumbre franco-británica permitió ayer al baqueteado primer ministro británico, John Major, dejar de lado por un día sus acuciantes problemas domésticos. Major, siempre a sus anchas en las reuniones bilaterales, recibió en Downing Street al presidente socialista francés, François Mitterrand, y al jefe del Gobierno conservador, Edouard Balladur, con quienes pasó revista a los problemas monetarios de la Comunidad Europea y acordó la inauguración del túnel bajo el canal de la Mancha el próximo mes de mayo.Por primera vez en mucho tiempo, los visitantes estaban aún más agobiados que el anfitrión: el franco francés sufría el enésimo asalto de los mercados contra el Sistema Monetario Europeo (SME), mientras la libra esterlina seguía en una confortable flotación, ajena al sistema. Mitterrand manifestó que el SME debe "sobrevivir e imponerse" a la actual crisis y a las que se avecinan,

Las negociaciones internacionales para renovar la Ronda Uruguay del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) y el rumbo europeo después de Maastriclit fueron también puntos básicos de las conversaciones de Major, Mitterrand y Balladur. Los tres se pusieron de acuerdo para pedir la convocatoria, para el próximo mes de septiembre, de un consejo ministerial europeo ampliado, dedicado de manera específica al polémico tema del GATT. Esta reunión teindría por objetivo el estudio de la "organización general del comercio en el mundo".

En Londres, esta cumbre pasó a segundo plano, lo mismo que el recurso presentado por el euroescéptico lord Rees-Mogg, que no se oirá hasta mafiana o el jueves: la atención política seguía centrada en la división gubernamental y su posible agravamiento tras la previsible derrota conservadora en la elección del diputado por Christchurch, el jueves. Major no hizo comentarios sobre la filtración de una conversación privada en la que llamaba "bastardos" a todos los euroescépticos, incluyendo a varios miembros de su Gabinete.

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