La primera inspección de la vasija del reactor de Ascó I no detecta fisuras

La inspección efectuada en la tapa de la vasija del reactor nuclear Ascó I no ha detectado indicios de que pudieran existir fisuras similares a las descubiertas en 1991 en una planta francesa de las mismas características, según dijo ayer el director de la central, Luis Coll. El directivo consideró "una buena noticia haber verificado a fondo este problema con un resultado que mejor no puede haber sido, porque no hay absolutamente nada".La inspección de la tapa de la vasija del reactor, primera que se lleva a cabo en una central nuclear española, comenzó el pasado 29 de mayo -coincidiendo con l...

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La inspección efectuada en la tapa de la vasija del reactor nuclear Ascó I no ha detectado indicios de que pudieran existir fisuras similares a las descubiertas en 1991 en una planta francesa de las mismas características, según dijo ayer el director de la central, Luis Coll. El directivo consideró "una buena noticia haber verificado a fondo este problema con un resultado que mejor no puede haber sido, porque no hay absolutamente nada".La inspección de la tapa de la vasija del reactor, primera que se lleva a cabo en una central nuclear española, comenzó el pasado 29 de mayo -coincidiendo con la preceptiva parada anual- y ha sido efectuada por 30 técnicos de una empresa alemana.

Los técnicos han revisado una por una las soldaduras que fijan los 65 tubos de penetración a la tapa de la vasija, en cuyo interior están alojados los equipos de control de la temperatura del núcleo. El acceso y la manipulación de la zona de las soldaduras se ha realizado a través de equipos de robótica, ya que el índice de radiactividad imposibilita la actuación directa del personal.

Los trabajos se han efectuado por recomendación del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) después de que en octubre de 1991 se detectaran fisuras en la central francesa de Bugey, en Lyon, al parecer, debidas, al parecer, a la corrosión de la aleación de hierro y níquel en los tubos de penetración. La central española, con 10 años de servicio, posee idéntica tecnología. La próxima central que se someterá a inspección es la de Almaraz-I, en la provincia de Cáceres.

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