Crítica:MÚSICA

La gran fiesta musical británica

En dos sesiones, respetando el orden en que fueron compuestos (más de 50 años de diferencia entre el primero y el último), el cuarteto británico Lindsay ha interpretado por primera vez en España el ciclo completo, hasta ahora, de los cuartetos para cuerda de sir Michael Tippett, un acontecimiento en la vida musical madrileña. Ello ha servido para constatar varias evidencias: Michael Tippett (1905) es uno de los compositores vivos más sólidos, humanistas y luminosos, con una trayectoria en el tiempo realmente ejemplar.El cuarteto Lindsay representa en estos momentos la tercera vía, en cu...

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En dos sesiones, respetando el orden en que fueron compuestos (más de 50 años de diferencia entre el primero y el último), el cuarteto británico Lindsay ha interpretado por primera vez en España el ciclo completo, hasta ahora, de los cuartetos para cuerda de sir Michael Tippett, un acontecimiento en la vida musical madrileña. Ello ha servido para constatar varias evidencias: Michael Tippett (1905) es uno de los compositores vivos más sólidos, humanistas y luminosos, con una trayectoria en el tiempo realmente ejemplar.El cuarteto Lindsay representa en estos momentos la tercera vía, en cuanto a ejemplaridad, de las interpretaciones cuartetísticas (las otras dos serían el Tokio y el Alban Berg), destacando su transparencia, sentido melódico, dulzura de sonidos (¡qué instrumentos!), dominio técnico en su aparente sencillez y calidez.

Cuartetos de Tippett

Integral (números 1 a 5). Cuarteto Lindsay. Teatro Monumental. Madrid, 17 y 18 de abril.

El público sigue siendo muy reducido en este tipo de convocatorias.

Fue realmente oportuno el que, fuera de programa, el cuarteto británico ofreciera las fantasías números 6, 10 y 11 de Henry Purcell, antes de acometer el asombroso y desnudo último cuarteto, estrenado en 1992 en Sheffield (al igual que el cuarto por el Lindsay), dadas las referencias que éste hace a la Oda a santa Cecilia del gran autor barroco británico.

Con una pie en la tradición isabelina y Beethoven, el Lindsay desentrañó cuanto de belleza serena, de amor por la tradición, de compromiso con nuestro tiempo y de intimidad intensa hay en estas obras de Tippett. Fue la gran fiesta de la música británica. Sólo por estos dos días ya habría valido la pena el ciclo Preludio del tercer milenio que coordina José Luis Pérez de Arteaga.

El próximo curso musical el cuarteto Lindsay interpretará en Madrid la integral de los cuartetos de Beethoven. Ya estamos, desde ahora, frotándonos los oídos.

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