LA MUERTE DE DON JUAN DE BORBÓN

Por las calles de Madrid

Un avión Boeing de la Fuerza Aérea Española trasladó el féretro que contenía los restos mortales de don Juan de Borbón y Battenberg desde Pamplona al aeropuerto de Madrid-Barajas, donde aterrizó pasadas las once y media de la mañana. En el mismo avión viajaban los reyes don Juan Carlos y doña Sofía, la condesa de Barcelona y sus hijas, las infantas doña Pilar y doña Margarita. El príncipe don Felipe y las infantas Elena y Cristina llegaron en otra aeronave, junto con el resto de los miembros de la familia real española.Un cuarto de hora después del aterrizaje del avión en Barajas, y tras recib...

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Un avión Boeing de la Fuerza Aérea Española trasladó el féretro que contenía los restos mortales de don Juan de Borbón y Battenberg desde Pamplona al aeropuerto de Madrid-Barajas, donde aterrizó pasadas las once y media de la mañana. En el mismo avión viajaban los reyes don Juan Carlos y doña Sofía, la condesa de Barcelona y sus hijas, las infantas doña Pilar y doña Margarita. El príncipe don Felipe y las infantas Elena y Cristina llegaron en otra aeronave, junto con el resto de los miembros de la familia real española.Un cuarto de hora después del aterrizaje del avión en Barajas, y tras recibir los correspondientes honores militares, el ataúd salió en un coche fúnebre hacia el Palacio de Oriente escoltado por once motoristas de la Guardia Real en uniforme de gala.

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La comitiva real, compuesta por una veintena de coches -entre ellos uno fúnebre repleto de coronas de flores- y precedida por una decena de vehículos de la policía municipal de Madrid, llegó a la plaza de la Armería del Palacio Real ocho minutos después de mediodía, tras recorrer la avenida de América y las calles de María de Molina, paseo de la Castellana, calle de Alcalá, Puerta del Sol y calle del Arenal.

Numerosos madrileños, que empezaron a guardar cola desde primeras horas de la mañana, aplaudieron a la comitiva fúnebre cuando los coches se aproximaron a las puertas del Palacio Real. A mediodía, centenares de ciudadanos hacían ya cola ante la capilla ardiente. A las 13.40 horas, se inició el silencioso paso del público ante el cadáver.

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