Alemania reforzará la seguridad de sus empresas químicas

El Gobierno de Bonn reaccionó finalmente ayer ante la serie de accidentes protagonizados en las últimas semanas por la empresa química Hoechst en sus plantas de Francfort, el último de los cuales se cobró el lunes una víctima mortal. El ministro de Medio Ambiente, el democristiano Klaus Toepfer, sugirió ayer que especialistas de la Agencia de Inspección Técnica (TUV), que controla en Alemania la aplicación de las especificaciones técnicas de seguridad en una variedad de sujetos que van desde automóviles hasta ascensores, se encargue también de controlar las factorías químicas.Miembros de la or...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El Gobierno de Bonn reaccionó finalmente ayer ante la serie de accidentes protagonizados en las últimas semanas por la empresa química Hoechst en sus plantas de Francfort, el último de los cuales se cobró el lunes una víctima mortal. El ministro de Medio Ambiente, el democristiano Klaus Toepfer, sugirió ayer que especialistas de la Agencia de Inspección Técnica (TUV), que controla en Alemania la aplicación de las especificaciones técnicas de seguridad en una variedad de sujetos que van desde automóviles hasta ascensores, se encargue también de controlar las factorías químicas.Miembros de la organización ecologista Greenpeace intentaron ayer tomar muestras de los restos de la explosión del lunes en la factoría de Hoechst en Francfort, ya que aseguran que algunos de los componentes que escaparon a la atmósfera en forma de una nube negra podrían ser cancerígenos, pero las fuerzas de seguridad de la empresa se lo impidieron.

Como medida de protesta los militantes ecologistas bloquearon una de las puertas de entrada al complejo químico, en el que podían verse claramente los efectos de la explosión de metanol.

Greenpeace acusó ya a Hoechst a raíz del primer accidente el pasado 22 de febrero de esta incomprensible serie -más de seis en tres semanas- de que entre los componentes lanzados al aire, cuando escaparon casi 10 toneladas de productos químicos, se hallaban los elementos necesarios para que se hubiera creado dioxina, el tóxico que causó la catástrofe de Seveso (Italia) en 1976.

La sugerencia de Toepfer de que "expertos externos" del TÜV controlen las medidas de seguridad de las empresas químicas no fue bien recibida por la patronal del sector.

Lo cierto, sin embargo, es que el sector químico alemán va a verse obligado a recomponer su imagen ante la opinión pública. El temor a este aumento de los costes se vio reflejado ayer en la Bolsa de Francfort, donde las acciones de Hoeclhst siguieron bajando, y también lo hicieron, aunque menos, las de las otras dos grandes.

Archivado En