Una comedia demasiado convencional
Manuel Gómez Pereira, que con su primera película, la comedia Salsa rosa (1991), obtuvo un gran éxito de taquilla, retorna el género con ¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?.El filme tiene un arranque prometedor y un tanto insólito dentro del cine nacional, que resulta especialmente bien rodado. Gloria, una estrella del porno en un peeping-show, conoce casualmente a Manu, un díscolo hijo de una buena familia de Salamanca. Su trayectoria profesional y la de la película se tuerce cuando un día, casualmente, se encuentran en un estudio de televisión con l...
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Manuel Gómez Pereira, que con su primera película, la comedia Salsa rosa (1991), obtuvo un gran éxito de taquilla, retorna el género con ¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?.El filme tiene un arranque prometedor y un tanto insólito dentro del cine nacional, que resulta especialmente bien rodado. Gloria, una estrella del porno en un peeping-show, conoce casualmente a Manu, un díscolo hijo de una buena familia de Salamanca. Su trayectoria profesional y la de la película se tuerce cuando un día, casualmente, se encuentran en un estudio de televisión con los padres de él. A partir de este momento el filme pasa de ser una divertida comedia erótica a convertirse en una comedia de equívoco no muy bien resuelta, para terminar siendo una comedia sentimental demasiado convencional y con previsible final feliz.
¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?
España, 1992. Director: Manuel Gómez Pereira. Guión: Joaquín Oristrell, Yolanda García Serrano, Juan Luis Iborra, Manuel Gómez Pereira. Fotografía: Hans Burmann. Música: Manuel Tena. Intérpretes: Verónica Forqué, Jorge Sanz, Femando San, Femando Guillén. Estreno en Madrid: Palacio de la Prensa, Vergara, Albufera, Cristal, Vaguada, Parquesur, Luchana, Ideal.
Estos cambios de tonalidad, siempre muy difíciles de dar en cine y más en el terreno de la comedia, quedan demasiado explícitos en el guión y no han podido ser superados por Manuel Gómez Pereira en su trabajo de dirección. A pesar de contar con el apoyo de Verónica Forqué, muy bien en su papel de estrella del porno, y Jorge Sanz, también plenamente convincente.