De fieros enemigos a policías amigos

Guerrilleros y militares, nuevos responsables de la seguridad salvadoreña

El mejor amigo de René Amílcar, ex sargento del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), es ahora Guillermo Montero, ex policía militar. Ambos estaban hasta hace muy poco en bandos diferentes: Amílcar, peleando desde la guerrilla contra el Ejército salvadoreño, y Montero, haciéndolo desde el bando militar contra el FMLN. Amílcar, de 25 años, y Montero, de 27, se han conocido en la nueva Academia de la Policía Nacional Civil de El Salvador, cuyas dos primeras promociones se graduaron ayer.

Parece increíble que dos personas que no hace mucho se hubieran disparado inmedia...

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El mejor amigo de René Amílcar, ex sargento del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), es ahora Guillermo Montero, ex policía militar. Ambos estaban hasta hace muy poco en bandos diferentes: Amílcar, peleando desde la guerrilla contra el Ejército salvadoreño, y Montero, haciéndolo desde el bando militar contra el FMLN. Amílcar, de 25 años, y Montero, de 27, se han conocido en la nueva Academia de la Policía Nacional Civil de El Salvador, cuyas dos primeras promociones se graduaron ayer.

Parece increíble que dos personas que no hace mucho se hubieran disparado inmediatamente, hoy compartan confidencias, intercambien apuntes y hasta sueñen con formar patrulla juntos.Este milagro de la paz salvadoreña lo llevan mejor que nadie los jóvenes, y especialmente los que se han decidido por formar parte de la nueva policía civil de este país centroamericano, un cuerpo profesionalizado, sin ninguna dependencia del Ejército y formado en el respeto a los derechos humanos.

Las dos primeras promociones, que salieron el viernes, las integran 567 muchachos y muchachas. EL 25% procede del FMLN, un 15% tiene su origen en la moribunda Policía Nacional que dirigía el Ejército y el resto viene de la sociedad civil. Para ellos, el pasado ya es historia. Ahora visten un mismo uniforme y tienen un mismo objetivo: ofrecer seguridad a su pueblo con respeto a los derechos.

En la entrega de despachos estuvo presente el ministro del Interior español, José Luis Corcuera que se mostró partidario de mantener la política de cooperación policial fuera de las fronteras españolas siempre que se lo reclame la ONU.

El proyecto de nueva policía fue el gran logro que el FMLN le arrancó al Gobierno antes de firmar la paz. Pero quien lo ha hecho realidad, y en sólo cuatro meses, ha sido la comunidad internacional. España lleva ventaja: ha aportado 19 asesores y profesores, entre policías nacionales y guardias civiles; ha gastado ya 600 millones de pesetas en la misión, y se encarga del peso ideológico de la enseñanza del nuevo policía.

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