El campo español firma la integración agrícola plena
El campo español también ha quedado englobado desde ayer en el conjunto del Mercado Unico, después del acuerdo de plena integración alcanzado en el Consejo de Ministros de Agricultura de los doce países comunitarios que tuvo lugar el 17 de diciembre pasado en la ciudad escocesa de Edimburgo.España ha acortado en tres años el periodo transitorio de integración del sector agrícola, que el Acta de Adhesión de España a las Comunidades Europeas fijaba en un plazo de siete años.
El acortamiento del periodo transitorio implica la eliminación de los derechos de aduana residuales, la igualación ...
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El campo español también ha quedado englobado desde ayer en el conjunto del Mercado Unico, después del acuerdo de plena integración alcanzado en el Consejo de Ministros de Agricultura de los doce países comunitarios que tuvo lugar el 17 de diciembre pasado en la ciudad escocesa de Edimburgo.España ha acortado en tres años el periodo transitorio de integración del sector agrícola, que el Acta de Adhesión de España a las Comunidades Europeas fijaba en un plazo de siete años.
El acortamiento del periodo transitorio implica la eliminación de los derechos de aduana residuales, la igualación de precios y la eliminación de los precios de oferta para las frutas y las hortalizas.
No obstante, se mantiene el llamado Mecanismo Complementario de Intercambio para seis productos hortofrutícolas -la fresa, el melón, el albaricoque, el tomate, el melocotón y la alcachofa-, que contarán todavía con limitaciones a la exportación y serán objeto de control administrativo en lugar del control aduanero en la frontera.
Imposición de multas
Las transgresiones que se detecten en el comercio de estos productos hortofrutícolas pueden ser castigadas con unas multas equivalentes al doble del precio de la mercancía.
El acuerdo con España no fue el único cerrado por el Consejo de Ministros celebrado el pasado día 17 de diciembre.
Los responsables de los ministerios de Agricultura de los Doce lograron asimismo un acuerdo global sobre las 18 cuestiones pendientes en el sector, entre ellas la llamada guerra del banano, originada por la importación de bananas originarias de la zona dólar, mucho más baratas que los plátanos canarios, que suponen el 50% de la producción comunitaria.
A instancias de Alemania -defensora de la libre importación-, los ministros acordaron un régimen de aranceles muy bajo, equivalente a 14.000 pesetas por tonelada sobre los dos primeros millones de toneladas de bananas importadas, junto con un sistema de ayudas a los productores de la Comunidad Europea.