España fracasa en su intento de regular el turismo en la Antártida

España ha fracasado, en la XVII reunión consultiva del Tratado de la Antártida que terminó ayer en Venecia, en su objetivo de regular las actividades turísticas en el continente helado. Según representantes del Ministerio de Asuntos Exteriores que han participado en la reunión, el Protocolo que se firmó en Madrid el año pasado para la Protección del Medio Ambiente en la Antártida deja lagunas en la regulación de las agencias de viajes y de las organizaciones no gubernamentales. "En Madrid se acordó ir completando el Protocolo; pero parece que hay asuntos que no se pueden negociar", ha dich...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

España ha fracasado, en la XVII reunión consultiva del Tratado de la Antártida que terminó ayer en Venecia, en su objetivo de regular las actividades turísticas en el continente helado. Según representantes del Ministerio de Asuntos Exteriores que han participado en la reunión, el Protocolo que se firmó en Madrid el año pasado para la Protección del Medio Ambiente en la Antártida deja lagunas en la regulación de las agencias de viajes y de las organizaciones no gubernamentales. "En Madrid se acordó ir completando el Protocolo; pero parece que hay asuntos que no se pueden negociar", ha dicho un miembro de la delegación española.

Francia, Italia, Alemania y Chile apoyaban a España en este intento de introducir un nuevo anexo, jurídicamente vinculante, al Protocolo. Los principales opositores fueron Nueva Zelanda, Australia, EE UU y el Reino Unido.

El texto rechazado pedía una serie de condiciones a las agencias de viajes que quieran realizar excursiones a la Antártida, desde unos seguros específicos hasta unos equipos especiales en los buques turísticos para hacer frente de forma inmediata a cualquier imprevisto que pueda contaminar la zona.

La postura más radical fue la de Nueva Zelanda. "Mantuvo una oposición feroz que desenmascaró muchos intereses económicos de este país", según un miembro de la Delegación. "Por nada del mundo querían hablar de la reglamentación del turismo".

Archivado En