El presidente balear destinó 425 millones para un cementerio de sus socios privados
Gabriel Cañellas, presidente de Baleares y dirigente del Partido Popular (PP), aprobó en julio una inversión pública de 425 millones de pesetas en una empresa privada -el cementerio Bon Sosec- de la que son promotores y principales accionistas tres de sus socios en la Fundación Illes Balears: los constructores Jaime Gibert, Pedro Valencia y José Campins. La empresa del alcalde de Palma, Juan Fageda, del Partido Popular, construye obras en la necrópolis valoradas en unos 1.000 millones de pesetas.La fundación Illes Balears cuenta con 800 millones de pesetas de capital y ha adquirido inmuebles, ...
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Gabriel Cañellas, presidente de Baleares y dirigente del Partido Popular (PP), aprobó en julio una inversión pública de 425 millones de pesetas en una empresa privada -el cementerio Bon Sosec- de la que son promotores y principales accionistas tres de sus socios en la Fundación Illes Balears: los constructores Jaime Gibert, Pedro Valencia y José Campins. La empresa del alcalde de Palma, Juan Fageda, del Partido Popular, construye obras en la necrópolis valoradas en unos 1.000 millones de pesetas.La fundación Illes Balears cuenta con 800 millones de pesetas de capital y ha adquirido inmuebles, monumentos y zonas naturales en las islas para mantener su estado. Fue creada e impulsada por el propio Gabriel Cañellas, cuyo único hijo varón lleva la gestión. Cañellas reunió en la fundación a los principales empresarios e inversores de Baleares y solicitó la aportaciones de fondos.
Los empresarios que proyectaron y desarrollan el cementerio -Gibert, Campins y Valencia- firmaron ante notario, en diciembre de 1988, una aportación individual de medio millón de pesetas para el patrimonio de la fundación Illes Balears, justo cuando la Administración tramitaba el proyecto de cementerio.
Denuncia del PSOE
El PSOE denunció que el alcalde de Palma de Mallorca era el principal acreedor de Bon Sosec (con una cantidad comprendida entre los 500 y los 700 millones de pesetas) y que su mujer, Dolores Lara, poseyó acciones en Bon Socec.
En la actualidad, después de casi tres años de obras, la necrópolis privada arrastra un desfase presupuestario y un escaso nivel de ventas.
El pasivo se situó en más de 3.000 millones de pesetas para una inversión global de 11.000 millones. El Gobierno balear, junto a la Caja de Ahorros Sa Nostra y la Banca March -entidades también asociadas a la fundación- financió una operación de capital-riesgo de 850 millones de pesetas y pasó a controlar la gestión del cementerio.