Crítica:CLÁSICA

La 'Atlántida' de la Joven Orquesta

La nave de Atlántida atracó en Madrid tras hacer escalas en Satander, Sevilla y Valencia. Desde la capital andaluza escribimos sobre la gran versión que hace Edmon Colomer de la obra póstuma de Falla y también póstuma de Halffter, pues murió sin dar los últimos toques a la partitura inacabada de su maestro. Pero la obra -en la versión de Lucerna, levemente ampliada por Colomer- logró comunicar con calidez su mensaje, pues el titular de la JONDE ha profundizado en lo más sensible de la cantata como antes sólo había llegado a hacerlo Eduardo Toldrá. No hablemos de Halffer pues, al dirigir...

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La nave de Atlántida atracó en Madrid tras hacer escalas en Satander, Sevilla y Valencia. Desde la capital andaluza escribimos sobre la gran versión que hace Edmon Colomer de la obra póstuma de Falla y también póstuma de Halffter, pues murió sin dar los últimos toques a la partitura inacabada de su maestro. Pero la obra -en la versión de Lucerna, levemente ampliada por Colomer- logró comunicar con calidez su mensaje, pues el titular de la JONDE ha profundizado en lo más sensible de la cantata como antes sólo había llegado a hacerlo Eduardo Toldrá. No hablemos de Halffer pues, al dirigir Atlántida acusaba cómo formaba parte de su existencia.Diferencia a anotar entre los resultados de Sevilla y los de Madrid, en donde sólo cambiaron la soprano y la mezzo de las dos arias, es la debida a la distinta acústica del auditorio en comparación con la Maestranza. Más envolvente, clara y armoniosa la segunda; más brillante, mejor definida individualmente pero con exceso de tiempo de reverberación, que en una obra de tan complejos efectivos llega a crear cierta confusión, en el caso de la sala madrileña. No sería falta de respeto al arquitecto García de Paredes el llevar a cabo unos retoques que perfeccionarían las grandes cualidades de su obra.

Joven Orquesta-Madrid Cultural

Atlántida, de Verdaguer, Falla y Halffer. Joven Orquesta Nacional de España. Director: Edmon Colorner. Auditorio Nacional. Madrid, 27 de octubre.

Dicho esto, fácil es suponer que la versión sevillana fue algunos puntos más satisfactoria. La soprano Maite Arruabarrena puso su hermosa, coloreada y sugestiva voz al servicio de El sueño de Isabel en tanto la mezzo Montserrat Martorell dio nobleza y unción al Aria de Pirene.

Algunos tiempos quedaron más sosegados, aunque sigo entendiendo la parte mística de Atlántida con ayor lentitud, más rezada y contemplativa. Colomer hace una Atlántida de alta entonación poética y ricas sugerencias plásticas. Hay que felicitar a todos por acometer esta Atlántida que no deja de mostrar su rostro misterioso.

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