Crítica:CLÁSICA

El cuarteto multplicado

La Orquesta de Cámara de Stuttgart, de tan resonantes triunfos en la Europa posguerrera de 1945, año en el que la creara Karl Munchinger, renace ahora en una formación análoga a la fundacional y dirigida por Martin Sieghart. Reconocemos en el conjunto una calidad superior y un criterio interpretativo obediente a los más rigurosos conceptos cuartetísticos, Lo ha demostrado en su actuación, bajo la dirección de la bien conocida y prestigiosa lona Brown.Salvo una obra -el Concierto para dos violines, de Bach-, espléndidamente protagonizado por la Brown y Hervig Zack-, el programa estuvo fo...

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La Orquesta de Cámara de Stuttgart, de tan resonantes triunfos en la Europa posguerrera de 1945, año en el que la creara Karl Munchinger, renace ahora en una formación análoga a la fundacional y dirigida por Martin Sieghart. Reconocemos en el conjunto una calidad superior y un criterio interpretativo obediente a los más rigurosos conceptos cuartetísticos, Lo ha demostrado en su actuación, bajo la dirección de la bien conocida y prestigiosa lona Brown.Salvo una obra -el Concierto para dos violines, de Bach-, espléndidamente protagonizado por la Brown y Hervig Zack-, el programa estuvo formado por transcripciones de cuartetos. Una, la del Cuarteto en re menor, opus 110, de Shostakóvich, convertido en Sinfonía opus 110 a, para cuerdas, por Rudolf Barshai, en 1960; otra, realizada por Mahler sobre la muerte y la doncella, cuarteto escrito por Schubert a partir del lied del mismo título sobre texto de MatthiasClaudius.

Juventudes Musicales de Madrid

Orquesta de Cámara de Stuttgart. Dirección: I. Brown. Solista: H. Zaz. Obras de Shostakóvich, Bach y Schubert. Auditorio Nacional. Madrid, 14 de octubre.

Las dificultades de todo orden propias para un cuarteto se multiplican de modo paralelo al crecimiento de la formación instrumental. Pero en los resultados era difícil advertir que no se trataba de cuatro instrumentos, salvo la mayor densidad sonora de las voces.

Quizá el punto más alto de una actuación toda ella magistral lo constituyó la Sinfonía, de Shostakóvich, una de las más bellas del músico soviético y también de la más original y fuerte estructuración. No en vano Shostakóvich nos legó una de las más importantes series cuartetísticas del siglo XX, en la que apura la sustancialidad dramática de su creación. Así han de entenderse en esta sinfonía-cuarteto esa serie de citas de temas propios junto a variadas alusiones a su tradición.

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