El Senado italiano aprueba el Tratado de Maastricht por abrumadora mayoría

El Senado italiano aprobó ayer el Tratado de Maastricht por abrumadora mayoría: 176 votos a favor, frente a 16 y una sola abstención, fue el resultado que se registró anoche en la Cámara alta. La aprobación definitiva de la unión europea depende del voto en la Cámara de Diputados, aunque se da por seguro que los resultados serán parecidos a los de ayer. Todos los partidos de la actual coalición de gobierno (democristianos, socialistas, socialdemócratas y liberales) votaron a favor. También otorgaron su voto afirmativo los ex comunistas del Partido Democrático de la Izquierda, la Liga del Norte...

El Senado italiano aprobó ayer el Tratado de Maastricht por abrumadora mayoría: 176 votos a favor, frente a 16 y una sola abstención, fue el resultado que se registró anoche en la Cámara alta. La aprobación definitiva de la unión europea depende del voto en la Cámara de Diputados, aunque se da por seguro que los resultados serán parecidos a los de ayer. Todos los partidos de la actual coalición de gobierno (democristianos, socialistas, socialdemócratas y liberales) votaron a favor. También otorgaron su voto afirmativo los ex comunistas del Partido Democrático de la Izquierda, la Liga del Norte, el Partido Republicano y el Grupo Verde. Sólo se opusieron Refundación Comunista y los ultraderechistas del Movimiento Social Italiano.

Oscar Luigi Scalfaro, presidente de la República, Giuliano Amato, su primer ministro, y el ministro de Asuntos Exteriores, Emilio Colombo, venían presionando al Senado para que se aprobara el tratado antes del próximo domingo, día en que se celebrara en Francia el referéndum para la ratificación del mismo.La tormenta desatada sobre el Sistema Monetario Europeo (SME) parecía frenar ayer la ratificación del Tratado de Maastricht en el Senado italiano, debido a la oposición de tres grupos menores, Refundación Comunista, los verdes y el neofascista Movimiento Social Italiano (MSI) pidieron formalmente la suspensión del debate, cosa que les fue negada.

Colombo dijo en el debate del Senado: "El caos monetario que atenaza a Europa no es otra cosa que 'carencia de Maastricht'. La polvareda es una advertencia para todos los europeos, a fin de que ratifiquen el único tratado que puede garantizar la coordinación de las economías reales junto a la de las monedas".

"Si la vía de Maastricht fuera paralizada, Europa caería en una grave crisis. El voto favorable del Senado puede, en cambio, contribuir a determinar un importante momento de estabilidad europea", añadió el ministro.

Las intervenciones de los tres partidos políticos citados, que aun siendo minoritarios reflejan un arco amplio de posiciones ideológicas, fueron antitéticas a las del ministro Colombo.

Gianfranco Fini, el líder del MSI, señaló: "El hundimiento de la lira no puede dejar de tener consecuencias políticas. Hay que evaluar los daños que los acontecimientos de estos días han provocado en nuestra soberanía monetaria y reflexionar bien antes de entregarnos atados de pies a manos al Bundesbank". Nunca Fini había elevado tanto el tono nacionalista de su oposición a Maastricht ni se había referido en tales términos a Alemania.

Precisamente ayer, el canciller Helmut Kohl se entrevistó con el presidente del Gobierno italiano, Giuliano Amato, en Florencia, para iniciar una cumbre italo-germana de 24 horas. Esa cumbre deberá contar con el claro malestar de Roma por la actuación del Bundesbank, el banco central alemán, en el desarrollo de la crisis monetaria.

Esa denuncia se ha teñido de resentimiento cuando los acontecimientos se han vuelto dramáticos en los últimos días hasta el punto de que voces italianas autorizadas han insinuado que el Bundesbank está funcionando como el instrumento actual del viejo ideal alemán de dominar Europa. Sobre la necesidad de Europa, los políticos italianos tienen pocas dudas. La izquierda ex comunista apoyó la ratificación de Maastricht, aunque pidió una reforma de sus aspectos sociales. En cambio, ayer los verdes cambiaron de línea para pedir "reflexión", como los comunistas y neofascistas, aunque al final votaron favorablemente.