PÁNICO EN LOS MERCADOS DE CAMBIO

El primer ministro de Italia promete congelar el gasto público mientras la lira vuelve al límite mínimo del SME

PERU EGURBIDE, Roma Giuliano Amato; primer ministro italiano, prometió ayer en la Cámara de Diputados que el gasto público-excluidos los intereses de la deuda- quedará congelado, durante 1993, en el nivel de este año. Esa promesa, unida a la reiteración de su demanda de poderes especiales, es lo único que el Gobierno pudo ofrecer en una nueva jornada crítica para la lira y para la bolsa, que marcaron nuevos mínimos del año. El Banco de Italia, por su parte, se vio obligado a seguir comprando liras.

Con un cierre de 815,10 liras por marco, la divisa italiana volvió a aproximarse ayer...

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PERU EGURBIDE, Roma Giuliano Amato; primer ministro italiano, prometió ayer en la Cámara de Diputados que el gasto público-excluidos los intereses de la deuda- quedará congelado, durante 1993, en el nivel de este año. Esa promesa, unida a la reiteración de su demanda de poderes especiales, es lo único que el Gobierno pudo ofrecer en una nueva jornada crítica para la lira y para la bolsa, que marcaron nuevos mínimos del año. El Banco de Italia, por su parte, se vio obligado a seguir comprando liras.

Con un cierre de 815,10 liras por marco, la divisa italiana volvió a aproximarse ayer peligrosamente al límite de su fluctuación dentro de la banda estrecha del Sistema Monetario Europeo (SME), que, tras la devaluación del pasado domingo, ha quedado fijado en 820,60 liras por marco. Esta nueva cotización representa una pérdida efectiva del 6,50% del valor que la divisa italiana registró al cierre del pasado viernes, y la práctica absorción, por el exceso de oferta, del 7% de devaluación decidida el pasado domingo (3,5% de devaluación pura y 3,5% de revaluación del resto de monedas del SME).

La bolsa llegó a sufrir, entretanto, una caída récord del 8%, aunque, al final de la jornada, el índice se recuperó hasta el -5,5%, que marcó el mínimo del año. El motivo se debió tanto al nivel elevado de los tipos de interés -mantenido en un 15% pese a la baja decidida el lunes por el Bundesbank- como a los justificados rumores de que la lira volverá a devaluarse en los próximos días, esta vez posiblemente acompañada por la libra esterlina, según la hipótesis más probable.

Descenso de las reservas

Contribuye a esa perspectiva el descenso hasta mínimos de las reservas italianas, que los observadores dan por seguro, aún a falta de datos oficiales, y la certeza reflejada por la prensa, con ciertos toques de rencor antigermánico, en el hecho de que el pasado fin de semana Alemania decidió unilateralmente dejar de comprar liras. Los operadores estiman que ese olvido alemán de los compromisos de apoyo ilimitado vigentes en el SME volverá a repetirse.

En un intento de devolver la confianza a los operadores, y aún ignorando todavía el nivel en el que la lira podrá encontrar su estabilidad, Amato anunció que el Gobierno adoptará hoy mismo las primeras medidas relativas a los presupuesto! para 1993, que, dijo, serán "muy austeros". Añadió que su Gabinete "hará cosas nunca hechas hasta ahora" y prometió la congelación del gasto público.

El primer ministro italiano también reiteró la petición al Parlamento de poderes especiales que presentó la semana pasada con tan escaso éxito. Ayer insistió en que la incertidumbre actual puede precipitar situaciones absolutamente imprevisibles, que exijan respuesta inmediata, y se ofreció a negociar los plazos y modos de control de los poderes que pide. Pero la respuesta siguió siendo fría, incluso por parte de la Democracia Cristiana, que junto al partido de Amato, socialista, vertebra el Gobierno.

El hecho es que los políticos italianos siguen temiendo adoptar medidas impopulares, aún en la profundidad de la actual crisis, como indica el hecho de que 15 senadores socialistas derrotaran el miércoles, con su voto, la propuesta gubernamental de un nuevo impuesto sobre inmuebles que afectaría a los inquilinos.

Esto hace que las medidas de emergencia aprobadas por el Gobierno el pasado mes de julio todavía no hayan sido debatidas por los diputados. Del mismo modo, podría ocurrir que los poderes especiales se aprueben cuando ya no sea efectivos.

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