Festejo para aficionados
La Feria de Albacete continúa por sus excelentes cauces porque no falla lo fundamental: el toro irreprochablemente presentado y astifino, salvo excepciones.
César Rincón puso mucha ciencia frente al lote más difícil, y se entregó con tremendo pundonor como si se jugase la temporada. Se lució con su clásico toreo: la muleta plana, la suerte cargada, el remate en la cadera y la ligazón. Caballero superó con aprobado por los pelos su debú en este abono. A su manajeble primer enemigo le extrajo algunas series vistosas que alcanzó a redondear. El sexto se adornaba con casta buena y el lo...
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La Feria de Albacete continúa por sus excelentes cauces porque no falla lo fundamental: el toro irreprochablemente presentado y astifino, salvo excepciones.
César Rincón puso mucha ciencia frente al lote más difícil, y se entregó con tremendo pundonor como si se jugase la temporada. Se lució con su clásico toreo: la muleta plana, la suerte cargada, el remate en la cadera y la ligazón. Caballero superó con aprobado por los pelos su debú en este abono. A su manajeble primer enemigo le extrajo algunas series vistosas que alcanzó a redondear. El sexto se adornaba con casta buena y el local mezcló muletazos artísticos con otros sin enjundia. Litri aburrió a todo el mundo con el manso tercero y pegó un gran petardo con el noble y encastadísimo que cerró festejo, al que toreó tan zarrapastrosamente que hasta los menos aficionados le pitaron.
Domecq / Rincón, Litri, Caballero
Cuatro toros de Ana Romero, bien presentados, serios, cuajados y de juego desigual; 5º y 6º del Marqués de Domecq (cuatro fueron rechazados en el reconocimiento), con trapío, encastados, fuertes y nobles. César Rincón: ovación; ovación con algunos pitos. Litri: silencio; pitos tras aviso. Manuel Caballero: ovación en los dos.Plaza de toros de Albacete, 9 de septiembre. 3ª de feria. Casi lleno.