HACIA UNA ECONOMÍA MUNDIAL DE BLOQUES

De Alaska a Tierra de Fuego

El acuerdo de libre comercio firmado por las dos grandes potencias anglófonas de América con su vecino del sur, México, pone en evidencia el interés de Estados Unidos, especialmente el de la Administración de George Bush, de no quedar aislado de la política de alianzas y de reordenación económica a que se está viendo obligado el planeta. Una política provocada por el avance de la integración comunitaria y el auge de Japón.Sin embargo, lo que parecía una decisión coyuntural y limitada a México puede ser, a juicio de diferentes observadores, el primer paso de la reconciliación de Canadá y Estado...

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El acuerdo de libre comercio firmado por las dos grandes potencias anglófonas de América con su vecino del sur, México, pone en evidencia el interés de Estados Unidos, especialmente el de la Administración de George Bush, de no quedar aislado de la política de alianzas y de reordenación económica a que se está viendo obligado el planeta. Una política provocada por el avance de la integración comunitaria y el auge de Japón.Sin embargo, lo que parecía una decisión coyuntural y limitada a México puede ser, a juicio de diferentes observadores, el primer paso de la reconciliación de Canadá y Estados Unidos con los países latinos del continente.

Hoy día, alcanzado el acuerdo entre México, Canadá y Estados Unidos, hay indicios suficientes que llevan a pensar a los expertos que, a largo plazo, es posible un amplio mercado de libre comercio que abarque de Alaska a Tierra de Fuego. Un gran mercado con 700 millones de consumidores y un potencial de recursos envidiable para otras zonas del mundo. De momento existe un optimismo creciente en las cancillerías latinoamericanas, que han vuelto a desempolvar la Iniciativa para las Américas, lanzada por el propio Bush en 1989.

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Bush, que el próximo día 17 será nominado por su partido como candidato republicano a las elecciones de noviembre, se ha comprometido bastante con el sur continental. Primero con México, lo que le ha costado problemas y enemistades dentro de su país, y después con Chile, que aguarda la promesa del presidente norteamericano de ser el siguiente beneficiario de una alianza económica similar a la alcanzada ahora.

Mientras México, Canadá y EE UU han estado negociando durante estos últimos catorce meses el que, de momento, va a ser el mayor mercado común del mundo, el resto del continente se ha ido organizando.

México, al mismo tiempo que peleaba su batalla con el Norte, ha alcanzado acuerdos con Chile, por un lado, y con Colombia y Venezuela (integrantes del llamado Grupo de los Tres junto a este país), por otro.

Los cinco países de Centroamérica, más Panamá, se han comprometido a sellar la integración económica el próximo año. La cena, en opinión de un alto funcionario mexicano, está servida.

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