La situación de los niños en Latinoamérica estremece, según Derechos Humanos, Unicef y Amnistía Internacional

La conmemoración del V Centenario será positiva si crea una nueva dinámica de solidaridad para los Derechos Humanos en América Latina, especialmente en el caso de los niños, según declararon ayer en Madrid los representantes de Unicef, Asociación Pro Derechos Humanos de España (APDHE) y Amnistía Internacional (Al). El manifiesto redactado por estas organizaciones humanitarias será presentado en la Cumbre Iberoamericana que se celebrará en Madrid los días 23 y 24 de julio."Queremos hacer un llamamiento a los asistentes a la Cumbre respecto a la situación estremecedora del continente americano",...

La conmemoración del V Centenario será positiva si crea una nueva dinámica de solidaridad para los Derechos Humanos en América Latina, especialmente en el caso de los niños, según declararon ayer en Madrid los representantes de Unicef, Asociación Pro Derechos Humanos de España (APDHE) y Amnistía Internacional (Al). El manifiesto redactado por estas organizaciones humanitarias será presentado en la Cumbre Iberoamericana que se celebrará en Madrid los días 23 y 24 de julio."Queremos hacer un llamamiento a los asistentes a la Cumbre respecto a la situación estremecedora del continente americano", explicó José Antonio Gimbernat, presidente de APDHE. El texto recoge la preocupación de estas organizaciones por la transgresión contínua de los derechos de la infancia y denuncia las "formas habituales de exterminio" que se practican en América Latina con los niños.

María Cañadas, coordinadora de la sección española de Amnistía Internacional, destacó que Colombia, Guatemala y Brasil son los países latinoamericanos donde se producen más casos de: torturas, desapariciones y ejecuciones extrajudiciales de niños. Cañadas apuntó que "en los últimos cuatro años han sido asesinados en Brasil cerca de 7.000 niños". "Los escuadrones de la muerte actúan en complicidad con la policía y los medios judiciales", señaló.

El documento pide para los indígenas de Latinoamérica, víctimas de la discriminación y la falta de reconocimiento de sus culturas, la dignificación de sus condiciones de vida y los medios para favorecer su propia identidad, de manera que "no se les obligue a perderse en la confusión y miseria de los arrabales de las grandes ciudades".

El manifiesto solicita a los países iberoamericanos, España y Portugal, que tomen medidas para "vencer la injusticia y la violencia y que se esfuercen en el cumplimiento de la Convención Internacional de los Derechos del Niño, aprobada por la ONU.

Según el documento, son millones los niños que trabajan, y muchos toman parte en luchas armadas o son prostituidos.