Paul Collins, de vuelta
Paul Collins llegó a Madrid cuando comenzaba la década de los ochenta, y dio un master de power-pop. La mayoría de grupos españoles apenas sabía tocar, y no estaban acostumbrados a dejarse la piel en cualquier escenario de forma gratuita. El cantante, guitarrista y compositor norteamericano se convirtió en modelo de profesionalidad. Sólo cometió un error: se instaló en España. Disolvió su vieja banda y perdió buena parte de su magia inicial. Grabó discos irregulares, se hizo acompañar por músicos mediocres y actuó con demasiada frecuencia. Dejó de ser una leyenda para convertirse...
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Paul Collins llegó a Madrid cuando comenzaba la década de los ochenta, y dio un master de power-pop. La mayoría de grupos españoles apenas sabía tocar, y no estaban acostumbrados a dejarse la piel en cualquier escenario de forma gratuita. El cantante, guitarrista y compositor norteamericano se convirtió en modelo de profesionalidad. Sólo cometió un error: se instaló en España. Disolvió su vieja banda y perdió buena parte de su magia inicial. Grabó discos irregulares, se hizo acompañar por músicos mediocres y actuó con demasiada frecuencia. Dejó de ser una leyenda para convertirse en alguien de la familia.Ahora Collins tiene su casa en Nueva York, y ha vuelto a España para demostrar que sigue vivo y bien. Sigue siendo un maldito (buenas críticas y pocas ventas), pero ha sabido reaccionar. Tiene el mejor grupo de su historia, y su repertorio está más abierto que nunca. Insiste con el pop potente y clásico, pero también se deja arrastrar por melodías de acento country. Un tema suena a Detroit, el siguiente, puro Nashville. Y su voz se desliza con la facilidad del que podía estar de vuelta.
Paul Collins
Paul Collins (guitarra y voz), Artie Lenin (guitarra), Doug Wygal (batería), Rick Wagner (bajo). Entradas: 1.500 pesetas. 500 personas. Sala Revólver. Madrid, 25 de junio.
Mantiene a punto su agresiva garganta, y no ha perdido el buen gusto para arreglar canciones. Con estos ingredientes, y con la confianza que da haber grabado un último elepé magnífico, ofreció en la sala Revólver un concierto ejemplar. Como en los viejos tiempos.