CAMBIOS EN EL GOBIERNO

La reforma de la LRU, primer punto en la agenda de Rubalcaba

La modificación de la ley de Reforma Universitaria (LRU), paradójicamente una de las leyes de la Administración socialista a cuya elaboración más decisivamente contribuyó el nuevo titular de Educación y Ciencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, constituye uno de los primeros puntos de la agenda de trabajo que hereda de su antecesor en el cargo, Javier Solana. Paralelamente, los problemas más urgentes tienen que ver con la concreción de la reforma del sistema educativo que pretende la LOGSE. El próximo curso entra en vigor el primer ciclo (primero y segundo cursos) de la nueva enseñanza primaria qu...

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La modificación de la ley de Reforma Universitaria (LRU), paradójicamente una de las leyes de la Administración socialista a cuya elaboración más decisivamente contribuyó el nuevo titular de Educación y Ciencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, constituye uno de los primeros puntos de la agenda de trabajo que hereda de su antecesor en el cargo, Javier Solana. Paralelamente, los problemas más urgentes tienen que ver con la concreción de la reforma del sistema educativo que pretende la LOGSE. El próximo curso entra en vigor el primer ciclo (primero y segundo cursos) de la nueva enseñanza primaria que sustituye a la actual EGB.

En ese contexto, Pérez Rubalcaba tiene ante sí la ardua tarea de convencer a su desde ahora compañero de Gobierno, Carlos Solchaga, para que la educación, con todas sus reformas pendientes, constituya de verdad una prioridad de la política presupuestaria. La oposición política y los sindicatos han puesto de relieve cómo en el último ejercicio prespuestario se ha roto una línea de crecimiento sostenido de la financiación pública del sistema educativo y han advertido que esa brecha inicial abre una preocupante interrogación sobre el futuro de la ambiciosa reforma del sistema educativo no universitario y sobre la no menos importante reforma de las enseñanzas universitarias.

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El equipo ministerial -que no es previsible que experimente grandes cambios- ha mantenido unas relaciones bastante fluídas con los sindicatos durante los útimos cuatro años, en gran parte, como ellos mismos reconocen, merced a la capacidad de diálogo y de negociación de Rubalcaba.

Pero las centrales sindicales consideran que esa línea de diálogo ha quedado deteriorada recientemente con motivo de un importante cambio de las reglas del juego en el régimen de contratatación de los profesores interinos. La decisión de supeditar los contratos de interinidad al resultado que los profesores obtengan en el examen del concurso oposición a los cuerpos docentes provoca una protesta sindical.

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