Futuro incierto del gran Centro de Arte que se abre mañana en Bonn

La inversión supera los 8.000 millones

El Centro de Arte de Alemania, de espléndida arquitectura, bien financiado y dispuesto a competir con las instituciones similares de las grandes capitales europeas, se abre mañana al público en Bonn tras ser inaugurado ayer. Llega un poco tarde y con un futuro incierto, pero nadie podía pensar en 1984, cuando se decidió su construcción en un intento de dotar de consistencia cultural a la pequeña capital de la República Federal de Alemania, que el día de su inauguración, la capitalidad de la Alemania unificada habría emigrado a Berlín y que Bonn ya no sería más que la sede provisional del Gobie...

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El Centro de Arte de Alemania, de espléndida arquitectura, bien financiado y dispuesto a competir con las instituciones similares de las grandes capitales europeas, se abre mañana al público en Bonn tras ser inaugurado ayer. Llega un poco tarde y con un futuro incierto, pero nadie podía pensar en 1984, cuando se decidió su construcción en un intento de dotar de consistencia cultural a la pequeña capital de la República Federal de Alemania, que el día de su inauguración, la capitalidad de la Alemania unificada habría emigrado a Berlín y que Bonn ya no sería más que la sede provisional del Gobierno.

Simultáneamente, en otro edificio contiguo de características similares, se inaugura también la nueva sede del Museo de Arte de la Ciudad de Bonn, especializado en los expresionistas renanos, como August Macke, Heinrich Campendonk o Hans Thuar, y que posee asimismo importantes obras de la primera época de Max Ernst y de artistas contemporáneos como Gerhard Ricliter o Günter Uecker. A ambos edificios, situados en el barrio gubernamental, se les unirá el afio próximo el Museo de Historia de la República Federal de Alemania, conformando lo que, pomposamente, se ha bautizado ya como "la milla de los museos" en los banderines que cuelgan de las farolas de la Adenauerallee.Pero el auténtico proyecto cultural, que debía convertir a Bonn en un lugar de paso imprescindible para cualquier amante del arte contemporáneo, es la Kunst und Ausstellunshalle der Bundesrepublik Deutscliland -pues ése es el nombre completo del Centro de Arte- y para demostrar sus ambiciones abre sus puertas con cinco grandes exposiciones simultáneas que llenan los 10.400 metros cuadrados del impresionante edificio diseñado por el arquitecto austriaco Gustav Peiclil. El presupuesto del proyecto ha alcanzado la cifra de 140 millones de marcos (unos 8.400 millones de pesetas), 40 más de lo que previsto.

La más significativa de las cinco exposiciones, la titulada Territorium artis, consiste en una selección de 150 obras de arte de este siglo que, en el momento de su creación, fueron rechazadas y anatematizadas como no-arte por la crítica especializada y que acabaron finalmente convirtiéndose en piezas claves de la cultura contemporánea. Ha sido concebida por el director artístico del nuevo centro el sueco Pontus Hulten, uno de los hombres claves del arte de las últimas décadas.

Como complemento a Terrilorium artis, Klaus Honnef ha seleccionado las obras de 30 fotógrafos claves de este siglo en la exposición titulada Panteón de la fotografía del siglo XX. Los trabajos de Diane Arbus, Helmut Newton, Paul Strand, Margaret 13ourke-White, Alexander Rodtschenko o Paul Strad, entre otros, abarcan casi todos los campos de la fotografía, desde el reportaje a la arquitectura, del ensayo hasta la moda.

La tercera exposición está dedicada a Peichil, el arquitecto del centro, un curioso creador vienés que ha conjugado su oficio con una labor como artista plástico y caricaturista. Igualmente espectacular es la exhibición dedicada a la escultora Niki de Saint Plialle, que ocupa el curioso jardín-azotea del centro que añade 8.000 metros cuadrados más a la superficie de exposiciones.

La quinta exposición, y como muestra de que arte y cultura son conceptos cada vez más ambiguos y polimórficos, está dedicada al planeta Tierra. .

Los responsables de la Ausstellungshalle han querido insistir en que, en el futuro, este tipo de exposiciones no estrictamente artísticas formarán parte de la programación. Se prevé que cada año tengan lugar cinco grandes exposiciones, así como multitud de pequeñas muestras. Nadie, sin embargo, entre los responsables ha querido pronunciarse sobre un pequeño problema: Bonn no tiene más de 300.000 habitantes y pronto no habrá ninguna razón especial para visitar el "pequeño pueblo de Alemania".

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