LA CUMBRE DE LA TIERRA

Nucleares

Hay un grupo de residuos especialmente problemático: los radiactivos. Uno de los principales argumentos -entre otros, para oponerse a este tipo de fuente energética, y que han arreciado a partir del escape de Chernóbil, ya que pueden reducir a simple anécdota todos los demás desastres ecológicos- son las dificultades humanas para deshacerse de los residuos de los reactores nucleares.Según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), se prevé que en el año 2000 habrá acumulado un millón de metros cúbicos de residuos de alta radiactividad en el mundo. Además, las res...

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Hay un grupo de residuos especialmente problemático: los radiactivos. Uno de los principales argumentos -entre otros, para oponerse a este tipo de fuente energética, y que han arreciado a partir del escape de Chernóbil, ya que pueden reducir a simple anécdota todos los demás desastres ecológicos- son las dificultades humanas para deshacerse de los residuos de los reactores nucleares.Según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), se prevé que en el año 2000 habrá acumulado un millón de metros cúbicos de residuos de alta radiactividad en el mundo. Además, las reservas de las centrales nucleares se están quedando obsoletas -el ejemplo más evidente son las del este de Europa- "En 10 años", indica un informe de este organismo supranacional, "deberán ser retirados 64 reactores nucleares y 256 reactores de investigación. Hasta el momento no se ha eliminado ningún residuo de alta radiactividad".

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Se sigue investigando para que las barreras naturales, las geomorfológicas, sean las que sirvan de contenedores para estos residuos, cuya letal carga radiactiva no decae a niveles inofensivos hasta pasados entre 10.000 y 100.000 años.

A pesar de los problemas que suponen los residuos, la Cumbre de Río no ha tocado el asunto, lo que ha sido repetidamente criticado por los ecologistas participantes en el Foro Global, que han aireado datos sobre serios problemas de envenenamiento en Haití y Nigeria. Incluso han llegado a declarar que varios países de Centroamérica cobran unas 4.000 pesetas por tonelada de basura peligrosa procedente de EE UU, Japón o Europa.

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