Sólo los buenos universitarios podrán aplazar la 'mili' a partir de los 22 años

Obtener una prórroga por estudios a partir de los 22 años de edad será más difícil con el nuevo reglamento del servicio militar, que el Ministerio de Defensa está ultimando y que se aplicará por vez primera a quienes se incorporen en 1994. El proyecto elaborado por Defensa exige, a los que pidan una prórroga por estudios con esa edad, haber aprobado los dos primeros cursos de la carrera o la Formación Profesional de Segundo Grado y estar matriculado en la Universidad.

El nuevo sistema diseñado por Defensa prevé que todos los jóvenes que cursen estudios oficiales, incluso la preparación ...

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Obtener una prórroga por estudios a partir de los 22 años de edad será más difícil con el nuevo reglamento del servicio militar, que el Ministerio de Defensa está ultimando y que se aplicará por vez primera a quienes se incorporen en 1994. El proyecto elaborado por Defensa exige, a los que pidan una prórroga por estudios con esa edad, haber aprobado los dos primeros cursos de la carrera o la Formación Profesional de Segundo Grado y estar matriculado en la Universidad.

El nuevo sistema diseñado por Defensa prevé que todos los jóvenes que cursen estudios oficiales, incluso la preparación de unas oposiciones, puedan obtener una primera prórroga a los 19 años; pero incorpora como novedad una serie de requisitos, progresivamente más estrictos, para sucesivas ampliaciones.Se trata de que sólo puedan prolongar la prórroga por estudios quienes acrediten "un mínimo aprovechamiento académico", según dijo el pasado día 28 en el Congreso el Secretario de Estado para la Administración Militar, Gustavo Suárez Pertierra. Un total de 650.000 jóvenes tienen aplazada su incorporación a filas por este motivo.

A los 22 años, edad a la que deberá pedirse la prórroga que permite aplazar la incorporación hasta los 25, se exigirá tener acabados los dos primeros cursos de carrera y estar matriculado en el tercero, o haber acabado el segundo grado de la Formación Profesional y tener plaza en la Universidad. Esta fórmula excluye a quienes cursen estudios distintos a los universitarios y a los que tengan asignaturas pendientes de los dos primeros cursos, aunque cursen uno superior.

Posteriormente, a los 24 años de edad, será preciso tener concluido el primer cielo de la carrera para obtener la última prórroga, que permite incorporarse a los 27. En todos los casos será preciso aportar las notas obtenidas en las diferentes asignaturas.

Fuentes del Ministerio de Defensa aseguran que esta fórmula puede sufrir modificaciones antes de que se apruebe el reglamento para diferenciar, por ejemplo, a los jóvenes que sólo estudian de los que también trabajan, así como la especial dificultad de algunas carreras.

Además de las de estudios, que son las que presentan mayores novedades, podrá obtenerse prórroga cuando sea necesaria la concurrencia del interesado para el sostenimiento de la familia, siempre que su contribución sea igual o superior al 25% de los ingresos familiares, que no podrán revasar cierta cuantía, igual que ahora. Los deportistas de élite también podrán aplazar la mili hasta los 27 años como máximo, mientras figuren en la lista del Consejo Superior de Deportes.

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La prórroga por razones de tipo laboral se obtendrá cuando la presencia del interesado sea imprescindible para consolidar un puesto de trabajo de carácter permanente. Los residentes en el extranjero obtendrán prórroga, hasta los 27 años como máximo, siempre que residan fuera de España desde los 17 años de edad y no pasen más de tres meses anuales en territorio español.

Por razones excepcionales, el Gobierno, según ha anunciado el Ministerio de Defensa, podrá conceder prórroga a los residentes en el extranjero que ya no tengan derecho a ella. Igualmente, el ministro de Defensa tendrá la potestad de llamar o no a filas a los emigrantes que deban hacer la mili, en función de las necesidades de las Fuerzas Armadas.

Interés nacional

El Gobierno, por razones de interés nacional, podrá aplazar la incorporación al servicio militar de un individuo e incluso de un colectivo. Podrán beneficiarse de esta prórroga quienes desempeñen tareas profesionales, como la investigación, que se consideren de interés para el país.Al margen de las prórrogas, la mili podrá aplazarse por preferencia del joven y hasta los 22 años de edad, cuando las necesidades del servicio lo permitan; por padecer alguna limitación física o síquica de carácter temporal; por estar encuadrado en las Fuerzas Armadas o policías estatales o autonómicas; por cumplir pena de prisión; y por tener un hermano incorporado o de inminente incorporación a la mili o la prestación sustitutoria.

Quedarán exentos de la mili aquellos cuya contribución a la familia, no sólo de tipo económico, resulte imprescindible; quienes padezcan alguna limitación Física o síquica permanente, según el correspondiente cuadro médico; los objetores de conciencia; los mayores de 30 años y los que tengan derecho a ello por convenio internacional.

Los reconocimientos médicos, de carácter universal, permitirán clasificar a los jóvenes como exentos por razones de salud; con aplazamiento por el mismo motivo; destinables a cualquier cometido o unidad; y destinables sólo a determinados servicios o unidades.

Defensa podrá suspender la incorporación de políticos

Además de la exención, las prórrogas y los aplazamientos, el proyecto de reglamento incluye una nueva figura: la suspensión de la incorporación a filas. Esta suspensión es automática, por ley, para todos los que soliciten su reconocimiento como objetores de conciencia hasta el mismo momento del inicio del servicio militar.

Sin embargo, junto a esta modalidad de suspensión, el proyecto recoge otras dos, de una duración de entre uno y cuatro años, cuya concesión deja en manos del Ministerio.

Una de ellas afecta a los residentes en el extranjero que, por decisión del Consejo de Ministros, queden excluidos del servicio militar, por no considerarse necesaria su prestación, pese a estar obligados a ella.

La otra posibilidad de suspensión afecta a los miembros de los parlamentos autonómicos y de entidades locales que no tengan derecho a una prórroga por desempeñar cargo público. La Ley del Servicio Militar afirma que los cargos electos autonómicos y locales sólo podrán disfrutar de una prórroga, al contrario que los miembros de las Cortes Generales. La nueva fórmula permite eludir esta limitación y capacita a Defensa para concederles de facto una segunda prórroga de hasta cuatro años.

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