Yeltsin dice que sólo disolverá el Congreso si los diputados impiden las reformas

El presidente de Rusia, Borís Yeltsin, clausuró ayer el VI Congreso de Diputados del Pueblo o macroparlamento reiterando que reorganizará el Gabinete y tendiendo una mano a la oposición. Yeltsin dijo que el Legislativo tiene derecho a evaluar la labor de los ministros y que, si esta evaluación es negativa, el presidente debe destituirlos. Al mismo tiempo, Yeltsin, negando que pensara convocar un referéndum para disolver el macroparlamento, dijo que sólo lo haría si los diputados obstruían las reformas que está realizando el Gobierno.

"El principal resultado del VI Congreso es que se log...

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El presidente de Rusia, Borís Yeltsin, clausuró ayer el VI Congreso de Diputados del Pueblo o macroparlamento reiterando que reorganizará el Gabinete y tendiendo una mano a la oposición. Yeltsin dijo que el Legislativo tiene derecho a evaluar la labor de los ministros y que, si esta evaluación es negativa, el presidente debe destituirlos. Al mismo tiempo, Yeltsin, negando que pensara convocar un referéndum para disolver el macroparlamento, dijo que sólo lo haría si los diputados obstruían las reformas que está realizando el Gobierno.

"El principal resultado del VI Congreso es que se logró mantener el curso estratégico hacia las reformas radicales", señaló Yeltsin, agregando que la labor del macroparlamento no lo había dejado satisfecho. Entre los "importantísimos problemas que no fueron resueltos" figura, ante todo, el de la tierra, que actualmente no puede ser objeto de libre compraventa, lo cual dificulta sobremanera la realización de la reforma agraria.'La oposición, por supuesto, no está formada por enemigos, adversarios, ni criminales ( ... ) y nosotros estamos dispuestos a colaborar con ella y a mantener un diálogo constructivo", dijo el presidente. Y como prueba de ello, enumeró una serie de coincidencias con el Parlamento: el Gobierno está de acuerdo en que la lista de ministerios y comités sea determinado por el presidente con el acuerdo del Legislativo; también el primer ministro debe ser nombrado por el presidente con la anuencia del Parlamento; todos las candidaturas a ministros deben ser discutidas con antelación a los nombramientos en los comités parlamentarios con participación de "expertos" de las respectivas esferas; por último, el Parlamento tiene derecho a "poner nota" a cada ministro, y, cuando esta evaluación es negativa, el presidente debe destituir al ministro en cuestión.

Ley del Gobierno

Estas normas figuran en el proyecto de Ley del Gobierno, que Yeltsin firmó ayer. El proyecto establece que si el Parlamento rechaza al candidato a primer ministro presentado por el presidente, éste puede nombrar de todas maneras a un jefe de Gobierno en funciones -que puede ejercer durante un año- o dirigir él mismo el Gabinete hasta que se nombre a un primer ministro.

Otro punto del proyecto estipula que los miembros del Gobierno "no pueden ser diputados ni tener otro trabajo pagado que no sea el de profesor" y tampoco pueden militar en ningún partido político.

La presentación de una ley del Gobierno en el plazo de tres meses era una de las principales exigencias de la resolución del Congreso que hizo dimitir en pleno al Gabinete hace diez días, pues con la aprobación de esta ley cesan automáticamente los poderes extraordinarios de que goza el presidente. Yeltsin ha presentado el proyecto prácticamente antes de que empiece a correr el plazo dado por el macroparlamento, testimoniando con ello que no está dispuesto a dejar que la iniciativa política se le escape de las manos.

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Por otra parte, las negociaciones sobre el futuro de la flota del mar Negro -tema que enfrenta a las dos más poderosas repúblicas de la Comunidad de Estados Independientes (CEI): Rusia y Ucrania-, que debían comenzar hoy en el puerto ucranio de Odesa, han sido aplazadas hasta fin de mes.

La necesidad de negociar el futuro de la flota del mar Negro se produjo después de que el presidente ucranio, Leonid Kravchuk, decretara que ésta quedaba supeditada a Ucrania y que el líder ruso, Borís Yeltsin, contestara con otro decreto por el que ponía la flota bajo jurisdicción de Rusia. Ante la tensión que esto creó y el peligro de un conflicto armado entre ambas repúblicas, tanto Yeltsin como Kravchuk congelaron sus decretos.

[Mientras tanto, la situación en Dusharibé, capital de la ex república soviética de Tayikistán, se agravó ayer después de que la oposición armada cercara la sede del Parlamento. Los diputados votaron ayer a favor de que siguiera en su cargo de presidente del Legislativo Sefarali Kenyaev, cuya dimisión exige la oposición, informa Efe.]

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