Arte siempre en crisis

Harald Szeemann, comisario de la exposición Suiza visionaria, es uno de los mayores expertos mundiales en el campo de las artes. En su opinión, la tantas veces citada crisis actual no existe o, al menos, no en mayor medida que en otras épocas: "Siempre hay crisis en el arte, aun en sus momentos de mayor esplendor; y eso mismo es lo que fomenta y cultiva la creatividad de los artistas", asegura el que fue secretario general de la mues tra Dokumenta de Kassel. Se gún Szeemann, el sentimiento de caos que genera la sensa ción de crisis es el mejor caldo de cultivo para la creación.La única ...

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Harald Szeemann, comisario de la exposición Suiza visionaria, es uno de los mayores expertos mundiales en el campo de las artes. En su opinión, la tantas veces citada crisis actual no existe o, al menos, no en mayor medida que en otras épocas: "Siempre hay crisis en el arte, aun en sus momentos de mayor esplendor; y eso mismo es lo que fomenta y cultiva la creatividad de los artistas", asegura el que fue secretario general de la mues tra Dokumenta de Kassel. Se gún Szeemann, el sentimiento de caos que genera la sensa ción de crisis es el mejor caldo de cultivo para la creación.La única diferencia con respecto a uno de los últimos momentos de mayor riqueza creativa que ha vivido el siglo XX, la década de los cincuenta y sesenta, es, para Szeeman, que entonces se tenía un sentido de la universalidad de los conceptos y las ideas que subyacían a la obra que ahora no existe. "El conceptualismo de entonces tenía un concepto comunitario y compartido del arte, pero, en la actualidad", insiste, "sigue habiendo grandes artistas, de tanta calidad como antes, aunque con una visión menos amplia y más ceñida a la realidad que les rodea".

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Leyes capitalistas

Szeeman diferencia claramente entre crisis en el arte y crisis en él mercado del arte. "En los últimos lustros, muchos artistas se sometieron a una ley eminentemente capitalista que no les era propia, y bajo el lema de que todo era comprable empezaron a fabricar gran cantidad de obras y muy malas", argumenta. Según él, tras la guerra del Golfo dejó de haber tanto dinero en circulación, y estos artistas fueron los primeros perjudicados, "pero los creadores de calidad reconocida aseguran que para ellos no hay crisis alguna", lo cual, en su opinión, es muy significativo.

Como significativo es también que las grandes revoluciones artísticas se sigan produciendo aún en Europa y no en Nueva York, según dice, Szeemann. "Yo sigo siendo optimista, y pienso que Europa no está agotada"

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