Puede cambiar la fiesta

Empieza la temporada con la incertidumbre del nuevo reglamento. El anteproyecto que preparó el Ministerio del Interior empobrecía el espectáculo, aunque quizá haya modificado alguna cuestión fundamental en el texto definitivo, que aprobará hoy el Consejo de Ministros. Convendría saber si además asume la propuesta consensuada que han hecho los estamentos profesionales, cuyos propósitos de reforma no siempre coinciden con los derechos de los aficionados y a veces hasta son opuestos. Es decir, que si el reglamento cambia, la fiesta puede cambiar.El propio empresario de Las Ventas confía en que se...

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Empieza la temporada con la incertidumbre del nuevo reglamento. El anteproyecto que preparó el Ministerio del Interior empobrecía el espectáculo, aunque quizá haya modificado alguna cuestión fundamental en el texto definitivo, que aprobará hoy el Consejo de Ministros. Convendría saber si además asume la propuesta consensuada que han hecho los estamentos profesionales, cuyos propósitos de reforma no siempre coinciden con los derechos de los aficionados y a veces hasta son opuestos. Es decir, que si el reglamento cambia, la fiesta puede cambiar.El propio empresario de Las Ventas confía en que se respetarán en esta plaza los dos puyazos mínimos. Es muy reveladora esa confianza, pues en Madrid los aficionados siempre exigieron los tres puyazos mínimos. Por ahí puede ir el nuevo reglamento: como los toros salen sin fuerza, un parcheo legal que reduzca las exigencias del anterior, lo legitima, y santas pascuas.

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No se olvida el nuevo reglamento de los veterinarios, y les hace responsables de sus errores, de manera que habrán de pensárselo mucho antes de rechazar toros. No se olvida de los aficionados y sanciona severamente a "los que molesten". Pero ¿quién molesta en una plaza de toros? Allí, metido entre la masa, molesta el que ofende, el que alborota y, natural mente, molesta el que ese día no se ha lavado los pies. Para los aficionados intransigentes molesta el que se pasa la tarde aplaudiendo, y para los triunfalistas, el que se la pasa pro testando.

Se sospecha que es a estos últimos a quienes se refiere el nuevo reglamento. Los taurinos están en contra de esos aficionados que rechazan los toros inválidos o sometidos a manipulación fraudulenta. Aficionados así hay muchos en Las Ventas, los más significados en el tendido siete. A por esos aficionados van. De momento, alguien se ha anticipado este invierno y uno de ellos sufrió una brutal paliza; a otros les amenazan de muerte. Está informada la policía, ante quien las víctimas presentaron denuncia, y cuatro meses después los culpables no han sido descubiertos.

Todo puede cambiar... Los aficionados que exigían, reglamento en mano., el toro con fortaleza y casta suficientes para desarrollar un tercio de varas en regla, a lo mejor ya no tienen razón a partir de este año. La esperanza es que, por lo menos, la temporada madrileña se desarrolle en plenitud. Como dice Lozano, Las Ventas es la única plaza de temporada que queda, y con este criterio se deben montar sus carteles. Quien no sepa entenderlo así no vale para empresario de este coso.

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