Crítica:JAZZ

A golpe de coraje

A lo largo del mes de febrero Tribuna del Jazz va a rendir homenaje a Billie Holiday. En 1992 no se cumplen aniversarios señalados ni de su fecha de nacimiento ni de la de su muerte; ningún acontecimiento de su vida alcanza una cifra redonda que destacar en estos 12 meses. ¿Por qué entonces este tributo? La respuesta es sencilla: sobran motivos para recordar en cualquier momento el enorme talento de una artista pura, de escalofriante sentido dramático y exquisita sensibilidad. El estándar en la voz de Billie dejaba de serlo y se convertía en un pentagrama cerrado, inatacable e íntimo, a...

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A lo largo del mes de febrero Tribuna del Jazz va a rendir homenaje a Billie Holiday. En 1992 no se cumplen aniversarios señalados ni de su fecha de nacimiento ni de la de su muerte; ningún acontecimiento de su vida alcanza una cifra redonda que destacar en estos 12 meses. ¿Por qué entonces este tributo? La respuesta es sencilla: sobran motivos para recordar en cualquier momento el enorme talento de una artista pura, de escalofriante sentido dramático y exquisita sensibilidad. El estándar en la voz de Billie dejaba de serlo y se convertía en un pentagrama cerrado, inatacable e íntimo, al que parecía crecerle una coraza para protegerse de otras posibles burdas interpretaciones. Acercarse a su repertorio sigue siendo una tarea tan comprometida para las grandes cantantes como para las que no lo son.Las cualidades vocales de Spanky Wilson no se parecen en nada a las de Billie. Posee un timbre incisivo y nasal que emparenta mejor con los de Esther Philips y Eartha Kitt. En contadísimas ocasiones utiliza un vibrato que rompe por el mismo punto que el de las cantantes de soul. Como ellas, tiene carácter; ese desparpajo algo desafiante de quien disimula sus limitaciones a golpe de coraje. En la balada se muestra algo tensa y busca los tempos medios y rápidos para dar salida al swing que posee en buenas dosis.

Spanky Wilson & Her Trio

Spanky Wilson (voz), Philipp Milanta (piano), Bruno Rousselet (bajo eléctrico vertical) y Michel Denis (batería). Sala Galileo Galilei. Madrid. Aforo: lleno. Entrada libre. 6 de febrero.

La cantante empezó su concierto a ritmo vivo. Después recordó a Nat King Cole en The trouble with me is you y, ya en caliente, se centró en algunas piezas insignia de Billie. Lo mejor llegó al final. Cantó magníficamente un blues y hasta borró la idea de que no es una cantante demasiado apta para la balada cuando, en la tercera propina que se le solicitó, hizo una preciosa y sentida Angel eyes. Parecía ser su canción. Para entonces ya se había puesto flores en el pelo y en el escote y se había quitado los zapatos. Había conquistado el corazón de todos abriendo el suyo, igual que Billie.

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