"Ahora se leen artículos sobre arte en las páginas de finanzas"

Las obras que presenta John Baldessari en esta ocasión en Madrid están más inclinada, hacia una iconografía pop, centrado en imágenes que reflexionan sobre cierto kitsch años sesenta. Interiores, rostros recortados, flotantes, lejanos. Son montajes de estructuras geométricas planas con composiciones basadas en imágenes extraídas de fotografías, manipuladas y coloreadas.Los historiadores y críticos de arte le han considerado, generalmente, un artista conceptual o un artista pop. "Si revisas mi biografía, verás que se me han aplicado todas las etiquetas posibles", afirma. "Me llaman conce...

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Las obras que presenta John Baldessari en esta ocasión en Madrid están más inclinada, hacia una iconografía pop, centrado en imágenes que reflexionan sobre cierto kitsch años sesenta. Interiores, rostros recortados, flotantes, lejanos. Son montajes de estructuras geométricas planas con composiciones basadas en imágenes extraídas de fotografías, manipuladas y coloreadas.Los historiadores y críticos de arte le han considerado, generalmente, un artista conceptual o un artista pop. "Si revisas mi biografía, verás que se me han aplicado todas las etiquetas posibles", afirma. "Me llaman conceptual, y no me siento cómodo con eso; me llaman pop, y también me siento incómodo; me llaman fotógrafo, y no quiero ni oír hablar de ello. Me gusta, en cierto sentido, eso de no encajar bien en ninguna de esas categorías. Supongo que lo más adecuado es eso de artista conceptual, porque he tenido una relación más estrecha con ese grupo de gente. Mis primeras exposiciones las hice con artistas como, Sol Lewitt, Bruce Nauman, Joseph Kosuth, Richard Long, Janis Kounelis, Gilbert & George o Mario Merz. ¿Qué es lo que toda esa gente tiene en común? No lo sé. Lo más sencillo, quizá, sería decir lo que no son. No pintan, por ejemplo, y cosas así. Creo que lo que han hecho era preguntarse qué es el arte".

"Yo estuve muy influido por los artistas minimal", añade. "No creo que jamás pueda ser tan limpio y severo como Donald Judd, y tampoco creo que pueda hacer cosas como las de Lichtenstein o Oldenburg. Yo estoy muy interesado por el lenguaje, pero no hasta el punto de sólo utilizar el lenguaje. En cierto sentido, soy un escritor frustrado".

Romper con la pintura

Considerado como uno de los artistas norteamericanos más influyentes en los años sesenta y setenta, tanto por su obra como por su labor docente, la trayectoria de Baldessari se parte radicalmente en dos. En 1969 decidió quemar toda la obra que había hecho hasta entonces. "Nunca me arrepentí de destruir mi pintura. Fui un pintor durante 20 años y todo eso, aunque llegó un momento en que sentí que era algo muy restrictivo y rompí con ello. Pero la historia del arte sigue teniendo mucha, influencia en mí. La idea que se difundía en las escuelas de arte era que se trataba de pintura o de escultura, y yo siempre pensé que no era necesario pasar por ello para hacer arte. Debía haber algo más en el arte que poner pintura sobre una tela el resto de mi vida. La pintura es una parte de¡ arte, pero yo empecé a replantearme qué era el arte para mí".Baldessari es lo más alejado que se puede encontrar de un artista comercial. Se alegra de haberse mantenido con la enseñanza y se considera más libre expresándose a través de sus obras, se vendan o no. "Cuando decidí ser artista, en los años cincuenta, no me atrevía a decirle a nadie que lo era. Me mantuve siempre con la enseñanza, y para mí no era lo más importante ganar dinero con mi obra. Pero los jóvenes artistas de hoy no piensan lo mismo. Ahora leemos artículos sobre arte en las páginas de finanzas de los periódicos. La calidad se juzga más por lo que una obra cuesta y no si simplemente te gusta. Ahora, con la recesión, los artistas también se ven afectados. Yo no estoy en contra del dinero. Lo único que deseo es que no sea el dinero el que mueva al arte".

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