Escándalo político en Francia por las transfusiones de sangre con sida

El asunto de las transfusiones de sangre contaminada por el virus del sida, que ha afectado de manera especial a los hemofílicos, se ha convertido ya en un escándalo político en Francia. El procesamiento de tres autoridades médicas del periodo conflictivo -entre 1984 y 1986-, los doctores Michel Garretta, Jacques Roux y Robert Netter, ha dado lugar a acusaciones que ocupan las primeras páginas de toda la prensa.Garretta, ex director general del Centre National de Transfusion Sanguine (CNTS), en unas declaraciones a Le Monde, ha implicado a políticos, médicos y administrativos, y ...

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El asunto de las transfusiones de sangre contaminada por el virus del sida, que ha afectado de manera especial a los hemofílicos, se ha convertido ya en un escándalo político en Francia. El procesamiento de tres autoridades médicas del periodo conflictivo -entre 1984 y 1986-, los doctores Michel Garretta, Jacques Roux y Robert Netter, ha dado lugar a acusaciones que ocupan las primeras páginas de toda la prensa.Garretta, ex director general del Centre National de Transfusion Sanguine (CNTS), en unas declaraciones a Le Monde, ha implicado a políticos, médicos y administrativos, y asegurando que las decisiones se tomaron por casi 70 personas.

Netter, que dirigió el Laboratorio Nacional de la Salud hasta 1986, ha replicado inmediatamente acusando a Garretta de mentiroso: "Michel Garretta dice hoy que importaba productos esterilizados por calentamiento cada vez que los médicos se lo pedían. Es falso".

Los partidos de la derecha, tanto el Front National de Jean Marie Le Pen como el RPR de Jacques Chirac, aunque de manera distinta en la forma, han aprovechado la ocasión para acusar a los socialistas.

Acusaciones

Roux, director general de la Salud hasta 1985, acusa al ex primer ministro socialista Laurent Fabius -hoy presidente de la Asamblea Nacional- de haber desviado parte de los fondos -200 millones de francos (3.600 millones de pesetas)- destinados a importar productos sanguíneos esterilizados y a poner a punto los análisis de que debían ser objeto los donantes de sangre. Según Roux, la ex ministra de Asuntos Sociales Georgina Dufoix y el aún hoy máximo responsable de la Hacienda francesa, Pierre Beregovoy, también saben por qué finalmente los 200 millones se convirtieron en 113 millones y dónde fueron a parar los 87 millones restantes. Laurent Fabius se ha querellado contra Roux.

Simultáneamente, el profesor Girard, director adjunto del Instituto Pasteur, ha anunciado que prevé probar en personas sanas "algunos de los elementos que entrarán en la preparación de la vacuna contra el sida".

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